Credo personal de Ignacio Darnaude Rojas-Marcos

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Descripción

Credo personal de Ignacio Darnaude Rojas-Marcos

 

 

YO   CONFIESO

 

Ignacio Darnaude Rojas-Marcos aterrizó en este monipodio rocoso tan vigilado por los alienígenas a la sombra de la esbelta  Giralda , en sincronicidad con el estallido liberador de la II República.   Licenciado en  Económicas y Empresariales, tres hijos y empleado del  Banco Hispano Americano.

Con la edad de la mili su adicción a la verdad le impulsaría de por vida a desentra½ar la portentosa incógnita de los platillos volantes   -ese mote les pusimos en aquella remota prehistoria- , tras beberse ávidamente un humilde librito argentino sobre los ovnis que atisbó   por casualidad  en los escaparates de la ubérrima librería  Espasa-Calpe , por los altos de la  Gran Vía  madrileña.

Su estreno fue como el de todos los ufólogos : atizando aquí y allá , sin el menor éxito ,  palos de ciego a la búsqueda de explicaciones , con ánimo de averiguar por dónde van los tiros en el imposible rompecabezas de un problema de mil caras tan complejo , avieso y taimado , erizado de segundas lecturas , dobles fondos y cartas en la manga.    Y como ya es costumbre en el gremio platillista , sufrió en sus carnes la travesía por el desierto del frustrante análisis estadístico de la morfología y comportamiento aparentes  -todo ello fingido-  de los discos voladores y sus ocupantes.

Transcurrieron penosos lustros rumiando la enga½osa fachada del edificio exobiológico , que sólo conduce a una via muerta , sin encontrar lógica ni racionalidad alguna en el errático proceder de los  No Identificados.    Su cabeza echa humo ,  y en cierto momento feliz comienza a vislumbrar que la genuína naturaleza del  Fenómeno  tiene bien poco que ver con el deliberado y maquiavélico montaje de sus histriónicas  apariencias , arteramente simuladas con el fin de garantizar la  elusividad en la intervención E.T. , preservar el libre albedrío de los humanos y regenerar las entrópicas actitudes de  la anestesiada manada terrícola.

Hasta que ya en la década de los ochenta descubrió con una fascinada conmoción que la exosfera  se estaba caracterizando en un escenario , con la técnica de algún tortuoso simulacro.     La fuerza interplanetaria perpetraba una inteligentísima manipulación teatral de nuestro sistema de creencias , con el magnánimo propósito de elevar el nivel de conciencia y refinar al mismo tiempo la escala de valores así como el grado de vibración divinocrática de los agresivos inquilinos de la Tierra.      Estirpe homínida harto primitiva , materialista y animalizada que , víctima de una irresponsable psicopatología colectiva ,  se encamina alegre y confiada hacia la autodestrucción ecológica y nuclear.

Tras padecer la típica noche oscura del alma durante la prolongada subida al monte calvario ufológico ,  se percató como ya hemos apuntado de que no se enfrentaba en modo alguno a sucesos auténticos ni a realidades fácticas ( por eso ninguna hipótesis explicativa cuadraba ) , sino más bien a una gigantesca campa½a a escala planetaria de información y simultánea desinformación , cal y arena , un guiso indigesto de trigo y ciza½a.   Exhibían con sideral cinismo delante de nuestros sentidos no los verdaderos humanoides y aeroformas , sino una enajenante olla podrida condimentada con los disfraces y maniobras confusionistas de alguna ingente comedia pedagógica contaminada de absurdo , extra½eza y contradicciones.

Estábamos ante una prodigiosa pantomima escenificada con fines de ayuda y avance evolutivo en los cielos de este orbe maldito, paradigma de sangre , sudor y lágrimas.    Un   Plan Marshall   en pro de menos egoísmo y más honradez y decencia , dise½ado por los  Marionetistas  de otros reinos paralelos ,  alarmados con toda razón por la preocupante situación ética , belicista y medioambiental del tercer geoide de nuestro sistema solar.

Una vez que les vio el plumero a los farsantes vialácteos , se propuso entonces asumir el riesgo de descorrer el telón dimensional a mandoblazo limpio , desenmascarar de una vez por todas a los actores etéricos y agarrar seguidamente por la solapa energética a esos bondadosos hideputas y celestiales embaucadores especializados en la maquinación y la intriga : los productores , libretistas ,  maquilladores , coreógrafos y demás farándula   E.T. , agazapados   tras las bambalinas del Gran Espectáculo Alienígena  orquestado con ánimo altruísta y didáctico por jerarquías intangibles de otros astros , esferas vibratorias y niveles de realidad que abarrotan hasta la bandera el omniverso  multidimensional que nos presta generosa acogida tanto a   Ellos  como a los simples mortales que nos beneficiamos de sus muy rentables fullerías.

En tan sutil impasse tuvo que armarse de valor para atacar al misterio ultraterrestre por su flanco más vulnerable y desprotegido  :  las confidencias autobiográficas , filosofías intragalácticas y ense½anzas cósmicas que nuestros compadres del  infiniverso  vienen infiltrando en la mentalidad popular desde el 24 de junio de  1947 ,  a través de la doctrina   ( asaz heterodoxa y   subversiva , y que ocupa cientos de miles de  páginas ) inspirada por via telepática a decenas de millares de  contactados.      Quinta columna ésta que integra una red de vasta influencia ideológica , la cual lleva medio siglo intoxicando con energía espiritual todos los rincones del globo, sin que se disparen las alarmas sociales ni políticas.

Como ventaja  adicional , la revolucionaria filosofía de los textos revelados no sólo disipó a los cuatro vientos el camuflaje institucional de los ufonautas , sino que le llevó a detectar en el     modus operandi de los marcianos el funcionamiento del trascendental   Principio de Elusividad Cósmica , al tiempo que los discursos psicografiados le proporcionaban asímismo respuestas de andar por casa , muy de agradecer , relativas  a las eternas preguntas de la    metafísica   :   quiénes somos , de dónde venimos , a dónde  vamos , qué es el multiverso pluridimensional , quién es el responsable del tinglado macrocósmico , y en particular qué pinto yo en todo este lio.

Sus conclusiones finales acerca de  quiénes son en puridad los   Heraldos del Espacio   -al margen y más allá del drama docente representado ante el patio de butacas terrenal-  , en qué angelódromos y estamentos frecuenciales trabajan como ejecutivos del universo , y sobre todo   qué se proponen   con tan abrumadora manipulación de esta cultura al borde del abismo de un suicidio planetario , aparecen expuestas en  las  316  páginas del manuscrito     El  impacto extraterrestre  en  la  raza  humana   , compilado en  1999.

( NOTA   :   lo que antecede es a modo de un currículum personal solicitado en febrero del  2000 por        Ramón Navia-Osorio   ,  con destino a su          Diccionario  de  Ufología      actualmente en preparación ).

 

 

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Ignacio   Darnaude   Rojas – Marcos

 

 

 

 

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