Aparición mariana (720 y 1520) Sotiel Coronada (Huelva)
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Descripción
Aparición mariana (720 y 1520) Sotiel Coronada (Huelva)
Calañas comienza el domingo de resurrección celebrando los actos de la romería de la Virgen de Coronada con el pregón, que será pronunciado por José María Ortega López, en la iglesia parroquial de Santa María de Gracia. Por la noche, a las 21:00, los costaleros de Coronada marcharan a pie desde Calañas, recorriendo los 7 kilómetros que hay entre la ermita de la Virgen y la aldea de Sotiel Coronada, donde vivirán momentos de recogimiento permaneciendo toda la madrugada en vigilia junto a la Virgen.
El lunes de pascuas, día 9, el cabildo de la hermandad de la virgen, junto a fieles y devotos, partirán a las 09:00 hacia la aldea de Sotiel Coronada para realizar la tradicional traída de la imagen desde su ermita hasta la localidad, donde será venerada por los calañeses durante 15 días. Los actos en honor de la patrona continuarán durante la estancia en el pueblo con una novena a la Virgen Coronada, que saldrá en procesión el domingo día 15. Regresará el domingo siguiente, día 22, a su ermita de Nuestra Señora de la Coronada, de la que existe tradición oral y escrita de estar edificada, en el siglo XVI, contiguo a los restos de una antigua necrópolis romana, que se construyó tras la aparición de la Virgen de Coronada en el año 1520.
La Virgen fue hallada por el calañés Andúvalo en el año 720, que durante la invasión musulmana la escondió debajo de una roca donde hizo su aparición en el año 1520 a un pastor valverdeño llamado Pedro Márquez. Esta roca se encuentra en el Santuario debajo del Altar Mayor. Durante estos días festivos la gastronomía de Calañas cobra protagonismo, con las exquisitas cachuelas, recortes y riñones elaborados a la manera típica andevaleña.
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arece ser que la noticia más antigua que se tiene de la Virgen de la Coronada es el documento de los Estatutos de la Hermandad de San Vicente de Zalamea, datados en 1.425, en el que consta su existencia, junto a la referencia a las Vírgenes de España y Stª Mª de Ureña. (Manuel Carrasco Terriza, «Guía para visitar los Santuarios Marianos de Andalucía Occidental«).
Otro testimonio de la existencia de esta Virgen fue la escritura que se aportó en el pleito por la jurisdicción del Campo de Andévalo que se entabló entre Sevilla y el Conde de Niebla, en la que se dice que el 11 de Abril de 1.492 le fue pedido, por el vecino de Calañas, Diego Martínez, a la Ciudad de Sevilla, licencia para que en el término de dicho lugar, entre los guadaperossos y la coronada y el cerro odiel, pudiese poblar una majada de colmenas.Pero la leyenda, sin conocer este dato, sitúa la aparición de la Virgen de la Coronada en 1.520. En efecto, parece ser que existe un memorial en el Archivo de Palos con la siguiente redacción:
«Por los años 1.520 pastando su ganado Pedro Marquez, que después llamaron de la Santa por habersele aparecido la Virgen de Coronada que fué así = Estando este sencillo hombre en el parage donde está la ermita de esta Señora (de España) al abrigo (por razón de una tempestad) y atemorizado se encomendó a la Madre de Dios de España, y creciendo más el temor se resolvió a dejar el ganado e irse a la Iglesia de su devota y al mover los piés reparó que se movia una laja y reparandose, sacó un puñal que traía y levantó la piedra y halló a la Srª de la Coronada y de repente sosegó la tormenta. Es del tamaño de una tercia y tiene el Niño en el brazo izquierdo y esta imagen es de tosca hechura de talla pero muy milagrosa. Y el buen pastor, contento con su hallazgo, se la llevó a su tenencia y la puso con la mayor decencia que pudo y registrando el sitio por la mañana, no la halló; y muy sentido volvió a buscarla y la halló; y esto le sucedió por tres veces, hasta que entrando en cuidado, dió noticia al párroco que era un religioso de la tercera orden de Sn Francisco y llevó la Señora para testigo y juntamente un escrito que decia así:
Tomás hijo de Juan Andubalo, Alcayde que fué del Rey de estos obrajes de quien descendía; del Gentil, suya era esta tierra y por esto el Rey los tenía en honrosos oficios; y llegando la total pérdida de España estaban a la sazón padre e hijo con su familia. Y quedando por último yo Tomazuco, fiel compañero del padre Capellán, poco tiempo antes de la pérdida de esta tierra fuí a visitar a Ntrª Srª del Pilar……..yo como ví a tal Señor y Señora, hice las dos imagenes de Cristo y su Madre y el Padre Capellán puso al Cristo en Stª Maria de la Herrerías y yo me quedé con mi Señora que era mi compañía, guía de noche y de día y ella me libraba de los fieros moros y llegando mi última enfermedad puse aquí esta Srª para cuando Dios fuese servido que la descubran y se llama Stª Maria de la Coronada, y que la amen mucho y verán cómo lo hace con ellos como lo ha hecho conmigo y guardandome siempre. Y esta es su firma Tomazuco Andubalo.
Y volviendo a la Señora la llevó a la Iglesia el Cura y sucedió lo mismo que antes y todo el pueblo tenia ya noticia de ello, por la demostración que habia hecho en la Iglesia y fueron con Pedro y la hallaron en su sitio, con todos los demás del pueblo y en este caso fué más la devoción por ser público; y discurriendo sitio la pusieron en su término y por dos veces se volvió al sitio; y con esto se quitaron contiendas entre Valverde y Calañas que ya las habia. Pedro y su mujer Alfonsa dieron su ganado y cuanto tenian para la fabrica de la Iglesia y tambien ayudó todo el pueblo y así marido como mujer se apellidaron de la Santa a distinción de otros Marquez aunque todos eran unos. Y ellos se dedicaron a vivir en el culto de esta Señora. Y por medio de esta Stª Imagen de contínuo se ven prodigios.
De la lectura de este memorial -recogido en 1.714- se aprecia cómo, desde el mismo momento de la aparición, se habla de contiendas entre Valverde y Calañas.
No se tienen noticias concretas de tales disputas lugareñas durante los siglos XVI y XVII, aunque sí de las referentes a la gran devoción a esta Imagen, lo mismo del pueblo de Calañas como del de Valverde, con donaciones testamentarias documentadas en los respectivos archivos municipales (1.576 y 1593 en Valverde y en 1.581 en Calañas).
Ya en el XVII, y concretamente en 1.636, hay una donación del Capitán valverdeño García Fernández Cavallero (Gobernador de Cajamarca, Perú) de una lámpara de plata para la ermita, de la que era mayordomo su hermano Bartolomé; y otra donación de un cáliz, que hizo el minero emigrado a Guanaxuato, Méjico, Diego Ramírez («ESTE CALIZ ES DE NUESTRA SEÑORA DE LA CORONADA DE BALVERDE DEL CAMINO.…»).
Durante el mismo siglo ya hay conflictos en Calañas por el nombramiento del ermitaño Pedro Alonso Hurraco (1.654) y del mayordomo-administrador Gil González Marquecho (1.699).
Es en el siglo XVIII cuando se agudizan las discordias entre los dos pueblos, basadas, fundamentalmente, en el celo por la custodia y administración de la ermita y alhajas de la Virgen, así como por el polémico derecho al traslado -con o sin permiso- de la Imagen de la Virgen a Valverde en tiempos de calamidades.
En Septiembre de 1.703 se concede permiso para la fundación de la Hermandad de Calañas y en Mayo de 1.732 tuvo que intervenir el Prior de las Ermitas del Arzobispado, D. Joseph Ignazio Delgado y Ayala, enviando al cura de Calañas -D. Juan Alonso Charneca- un decreto –«para precaver las discordias que puedan originarse en lo de adelante»– que, entre otras cosas decía:
«…de ninguna manera permitan que persona alguna use de las Imagenes de Ntrª Srª de la Coronada y de España para llevarlas a lugar alguno sin que preceda su expresiva licencia, como ntrº administrador que es y en quien subrogamos para el dicho efecto toda ntrª jurisdicción y facultad Y en su ausencia y enfermedades a los venerables Curas de dha villa de Calañas….».
A pesar de tal limitación, la devoción valverdeña a la Virgen de Coronada no sufrió merma alguna, y es de nuevo otro miembro de la familia Cavallero quien hace expresivas manifestaciones de su devoción, mediante una importante donación y cuantiosas referencias en sus cartas y documentos oficiales que dirige al Cabildo de Calañas:
«…tendré complacencia mui especial por las antiguas alianzas, y por que Calañas y Valverde han sido siempre los mas inmediatos y los mas cordiales vecinos: pero ya que V mdes han hecho este exceso, llevan una penitencia estos Caballeros; y se reduce a que su buelta a Calañas sea por el camino de la Coronada a rezar en mi nombre una salve a ntrª Srª y otra a la de España….Sevilla 9 de septiembre de 1.732.- D. Rodrigo Cavallero » (Leg 137 Aº Mpal Calañas)
Y en relación a la construcción del puente de la Coronada:
«….y teniendo presente quanto importa el beneficio comun y para maior frequencia en el culto y veneración de Nª Sª de la Coronada y de España….» y en posdata, con su propia letra, » Ya con la nobedad de irse nuestros Amos se me hace más creible el gozo de ir a oir una misa en ntrª Srª de la Coronada y dar a V mdes muchos abrazos. Sevilla 11 de Abril de 1.733.- D. Rodrigo Cavallero» (Leg 137 A. Mpal Calañas).
En el legajo 136 del Archivo Mpal de Calañas figura un documento-copia de las condiciones para el uso de las alhajas donadas por D. Rodrigo:
«….Nunca podré io pagar los altos beneficios que debo a Ntrº Sr y a Ntrª Señora, y solo en reconocimiento he remitido un vestido de espolín de Oro a N. Srª de la Coronada, a fin de que le empiece a servir en su fiesta de este presente año y para el mismo efecto remito aora una Corona de Oro con veinte y cinco diamantes, un rostrillo con ocho y otra pequeñita corona para el niño con nueve; para que en sus festividades de agosto y septiembre, y en las ocasiones que la llevaren en procesión a Valverde, Calañas o Veas pueda ir adornada con estas alaxas;…..Lo que dispongo para la Seguridad de dhas alaxas (afin de que no peligren en despoblado) es que los Señores Capitulares de los dos Cavildos de la Vª de Valverde del Camino (mi amada patria) destinados al govierno y administración del monte de piedad, conserven en dicho monte las referidas alaxas, y que con su disposición y seguridad entreguen todos los años para que sirvan a Ntrª Sª en las fiestas que le celebran en Calañas y Valverde y lo mismo se practique en aquellos casos que en rogativa se llevare a Valverde, Calañas o Veas y concluidas las funciones tendran cuidado los dichos Diputados de el monte de piedad de volverlas a recojer y guardar en dho monte: Suplicando (como suplico) a los Cavildos eclesiasticos y Seculares de Valverde, Calañas y Veas, se sirvan tener cuidado en dichas festividades o rogativas de pedir por mí a Ntrª Srª para que interceda con Ntrº Sr por el perdon de mis pecados. Sevilla y Agosto, 11 de 1.733 = D. Rodrigo Cavallero»
«Paisanos, Amigos y Señores mios. He recivido los seis jamones, y doy a V mdes muchas gracias por su regalo, no siendo necesario esta demostracion, ni las antecedentes, para que yo sirba a esa Villa con mui fino corazon en quanto penda de mi arbitrio: y ia V mdes abran recivido la carta que les escribi en que enbiaba la disposicion para el uso de las coronas de Ntra Sra de la Coronada; contendre especial consolacion de que las estrene en la fiesta de Calañas el ultimo domingo de este Mes; en que quisiera yo asistir y estarme alli con V mdes asta el Domingo primero de Septiembre en que se hace la fiesta de Balverde; pero asistire con el espiritu ya que no puedo con el cuerpo; y espiritualmente de muchos años a esta parte la visito todas las mañanas a decirle Dominus tecum; por que ay una revelacion de que Ntra Sra se regocija con esta palabra, por el summo gozo que recivió su purissimo corazon quando el Santo Arcangel Sn Gabriel le dijo Dominus tecum. Supongo que V mdes y el Ilustre Cabildo eclesiastico en esta festividad no olvidaran pedir a Ntra Sra que interceda por mi a su Smo Hijo por el perdon de mis pecados. Dios guarde a V mdes muchos años como deseo. Sevilla 24 de Agosto de 1.733. B.L.m de V mdes su paisano. Amigo y servidor D. Rodrigo Cavallero. (Leg 137 Aº.Mpal.Calañas.)
«….y si ellas hubieran de ser conformes al cordial amor que profeso a esa Noble Villa: serian sin dudas mui favorables, sobre cuya seguridad deven V mdes vivir y Yo sobre la igual correspondencia y que me encomendaran a ntrª Srª de la Coronada; a ntrª Señora de España y al Santo Christo de España. Madrid y Julio, 3 del 1.738.- D. Rodrigo Cavallero» (Leg 137 Aº. Mpal Calañas).
A pesar de las buenas intenciones -expresadas en hechos generosos- de D. Rodrigo Cavallero Yllanes, los problemas entre las dos comunidades de Valverde y Calañas no se terminaron, y los romeros de Valverde que se desplazan a Sotiel para las festividades de la Coronada, así como los de Beas para su romería a la de España, son «molestados» por los cobradores de impuestos de Calañas por el consumo de las viandas de la fiesta, lo que provoca la intervención, desde Sevilla, de D. Juan Gonzalez de la Ruvia:
«…Hallandome informado de que nunca se han exigido derechos del consumo de dos vacas, treinta arrobas de vino y alguna corta porción de cargas de fruta que se gastan y reparten con motivo de la festividad de Ntrª Srª de la Coronada y su celebración por los vecinos de Valverde y de otros pueblos contiguos al término de esa Villa donde está situada la Hermita de esta Sta Imagen prevengo a V mdes no alteren la acostumbrada libertad y que la dejen correr tan solamente por lo que en la fiesta se ocasionare y no exceda del precedente el Domingo 1º de Septiembre inmediato..…. Sevilla 25 de Agosto de 1.738″ (Leg 137 Aº Mpal Calañas)
El 31 de Julio de 1.751 el Arzobispo Coadministrador de Sevilla envía a los Alcaldes de Calañas y Valverde sendas cartas en las que se les insta a «celar el que no haya bayles provocativos, cantares lascivos ni cosa que pueda ofender la pureza e integridad de las costumbres christianas» en las noches que anteceden a la festividad en que se solemnizan a Ntrª Srª de la Coronada y de España.
Para saber la manera como se desarrollaban estas romerías, hemos de acudir a la resolución del Consejo Supremo que a través del Arzobispo de Laodicea, Coadministrador del de Sevilla, fue enviado al Sr Cura de Calañas, -Noviembre de 1.807- respecto a los abusos y excesos que se cometen en la festividad de Ntrª Srª de la Coronada; en cuyo escrito se dice:
«…Que en la Función llamada de la Coronada hacen el principal papel el Cuerpo de casados y son por lo común la gente joven de alguna posibilidad, la de la arriería, y aquellos que casi consumen los dias y noches en visitar tabernas: Que estos nombran entre sí quatro Mayordomos, que sustentan el gasto más crecido de ella y consiste en dar almuerzo, comida y cena, en los tres dias que dura, a todos los concurrentes, que es una parte bien considerable del pueblo, sirviendoles las mesas con la mayor profusión y decidido empeño de preferencia, así en el número de convidados como en la diversidad y abundancia de manjares y licores: Que dos noches antes del dia señalado para la celebridad, que es el último Domingo de Agosto hay además un convite general en el pueblo, donde concurren a comer y a beber a expensas de los Mayordomos quantos son de su mismo cuerpo o facción y en él se consume la noche; entre cuyos concurrentes se prorratean los gastos necesarios para jugar un toro o baca en el Real y tener allí mismo una casa franca con vino y aguardiente, que no se cierra en todo el tiempo de la diversión: Que el obsequio que tributan a la Señora está reducido a una Misa cantada sin vestuarios dicho Domingo, y la Procesión que con ella hacen alrededor de la Hermita que se halla situada una legua distante de Calañas en las márgenes del rio Odiel, terreno bastante irregular y quebradizo, donde permanecen dia y noche las personas de ambos sexos unos en danzas y bailes al tambor, otros en patrullas por aquel Real y todos hasta el amanecer alborotados y sin juicio………………..Que lo mismo sucede con los vecinos de las inmediatas Villas de Valverde y Beas; porque junto a dicha Hermita de la Coronada hay otra de Ntrª Srª de España, y el Domingo inmediato 1º de Septiembre concurren unos y otros a prestar sus obsequios a la Madre de Dios, los de Valverde en la de la Coronada y los de Beas en la de España, donde siendo sus cultos iguales a los de Calañas y la diversión de todos por el propio orden y respeto, son los excesos los mismos sino son mayores…….he resuelto…..no permita la pernoctación de gentes en los campos y Hermita, convites generales, paseos a caballo, juegos del toro, nombramientos populares de Mayordomos, establecimiento de tabernas, danzas en las Procesiones, ni cualquier otro exceso de los experimentados hasta el presente…»
No tengo otras noticias de altercados ni de otras cuestiones relativas a las romerías durante el transcurso de este siglo XIX, hasta que en su último decenio se recrudecen de nuevo.
En 1.897 se plantea una acalorada disputa -de nuevo- entre D. José Manuel Vizcaíno y el cura de Calañas D. Fernando Romero Soriano, llegándose a plantear un verdadero pleito.
El argumento de los valverdeños consistía en defender un derecho que decían tener, desde tiempo inmemorial, para el traslado de la Virgen de Coronada en tiempos de calamidades o rogativas, y que para ello no necesitaban más que una simple notificación al cura de Calañas, ya que si pedían licencia era reconocer la falta de ese derecho.
El argumento de Calañas se basaba en que la Ermita e Imágenes situadas en su jurisdicción territorial necesitaban de su licencia para su posible traslado, y más cuando ya en Mayo de 1.732 había resuelto el tema el entonces Prior de las Ermitas del Arzobispado; decretando la necesidad de tal licencia previa.
El cura Vizcaíno exhibe, en el expediente, la aparición de la Virgen a un valverdeño, que dice estar enterrado en la Ermita, junto con su esposa, quienes costearon la edificación de la misma ayudados por el pueblo de Valverde; habla de la permanente generosidad de la gente de su pueblo a lo largo de la historia, tales como las donaciones de la lámpara, el cáliz, las coronas. el retablo -cuya donación quedaba reflejada en un medallón que hacía poco habían hecho desaparecer-…etc.
Alegando el cura de Calañas -D. Fernando Romero- :
-Que el Santuario fue edificado con el patrimonio del pastor valverdeño y limosnas del pueblo, nó sólo el valverdeño.
-El cáliz siempre estuvo en Calañas, desde el primer día de su donación, sin documentación para su destino concreto y que nunca fue reclamado por los de Valverde.
-Que nada sabe ni tiene que ver con la desaparición del citado medallón que atestiguaba la donación, por un hijo de Valverde, del altar de la Ermita.
Denuncia, a su vez, el conflicto «doméstico» por el arreglo y olvido en Valverde, por parte de D. Pedro Moya, de la peluca de la Virgen.
-Que de la denuncia que se hace sobre el arriendo de la «Casa de los Curas» a prostitutas, ha podido averiguar que la casa se arrendó a unas valverdeñas a las que no se le preguntó su oficio; «No sabemos si esas valverdeñas u otras serían las prostitutas» y la casa en cuestión no se ha llamado nunca la Casa de los Curas sino » Casa del Balcón», y nunca ha sido ocupada por los Curas sino por la Hermandad.
-Y que a pesar de todo lo anterior, no se justifica el derecho a llevarse la Imagen de la Virgen a Valverde sin la preceptiva licencia de los Curas de Calañas.
El pleito quedó resuelto por la disposición emitida por el Arzobispo de Sevilla -Marcelo Spínola- el 11 de Julio de 1.898, diciendo:
«1º.- Que la propiedad de la imagen de la Coronada, que el Arcipreste de Valverde adjudica a este pueblo no resulta probada de modo alguno, porque aún dando fé plena a las tradiciones que se consignan en documentos muy posteriores al suceso, el mismo pastor Pedro Márquez, a quien se apareció la Virgen y que descubrió la imagen, no pudo intitularse propietario de ella.
2º.- Que el derecho de patronato sobre la Capilla, invocado también por el Arcipreste, tampoco aparece mejor justificado, porque no consta en parte alguna, y no son prueba fehaciente de su existencia, como es obvio, ni el enterramiento en la ermita del Pedro Márquez y su esposa, ni los sacrificios hechos por los Valverdeños para la conservación y ornato del Santuario.
3º.- Que en su virtud los derechos de los de Valverde solo pueden apoyarse en el título legal de la prescripción o de la costumbre, y su extensión, de ésta debe deducirse y por ella determinarse.
4º.- Que no puede por lo mismo ponerse en duda el derecho de los de Valverde a llevarse a su Parroquia la efigie de la Coronada cuando públicas desdichas hacen sentir de un modo especial la necesidad del auxilio del cielo porque en posesión de ese derecho hallanse desde tiempo inmemorial, y siempre lo han ejercido sin contradicción de nadie.
5º.- Que el previo aviso por parte de los Curas de Valverde a los de Calañas, cuando la traslación ha de verificarse, podría ser un mero recado de atención o una notificación sencilla, si el derecho de ambos pueblos o ambas parroquias fuera exactamente igual, pero no siendo superior, como lo es, el de Calañas, según lo indican; primero el hecho de estar el Santuario enclavado en terreno perteneciente a la demarcación parroquial de esta última villa; y segundo la declaración contenida en la carta dirigida a la Hermandad y Cabildo de la Coronada en 21 de Mayo de 1,750 y que dice así: «Estoy muy enterado en este negocio como en la prelación del derecho que concurren en Vds para los cultos de la Sra».
6º.- Que el Decreto del Prior de Ermitas del Arzobispado de 10 de Mayo de 1.732 zanjó la cuestión al ordenar que ni la imagen de la Coronada ni la de Ntrª Sra. de España se trasladasen a ningún punto sin expresa licencia del Representante del referido Prior o de los Curas de Calañas; decisión que aunque se diga no tiene la firmeza de una sentencia ejecutoria, es a lo menos prueba de que el derecho que se alega por parte de los de Valverde, es cuestionable y ha sido cuestionado.
7º.- Que la prescripción de un derecho o costumbre de ejercitarlo no puede extenderse más allá de lo que se demuestra haber caido bajo ella.
8º.- Que la reclamación hecha como incidentalmente por el Arcipreste de Valverde del Camino del Cáliz de que se dice se han apoderado los curas de Calañas debe ser objeto, para que se aclare mejor de parte de quien está el derecho, de otro procedimiento.
9º.- Que la información pedida por el Cura de Calañas se funda en el supuesto de que el Arcipreste de Valverde lo ha injuriado, lo cual no puede haber estado en su ánimo, sino simplemente el defender su derecho, bien que lo haga con el calor que suelen producir en las almas de fuerte temple los grandes apasionamientos.
Declaramos; que los Curas de Valverde no pueden llevar a su Parroquia la imagen de la Coronada sin la venia de los de Calañas, y para obtenerla cuando la traslación deba tener lugar habrán de dirigir a los citados curas previamente y con la conveniente anticipación el oportuno oficio; que esta nuestra resolución no tiene otro valor que el de un decreto gubernativo, y por lo tanto si las partes contendientes desean una sentencia firme e irrevocable, deberán acudir al tribunal del Provisorato…….once de Julio de mil ochocientos noventa y ocho = Marcelo, Arzobispo de Sevilla»
De esta historia, que supongo obviamente incompleta, se ha podido constatar que muchos de los motivos de las discordias entre estos dos pueblos, tienen el carácter de peleas de «sacristía», o de las clásicas rencillas entre pueblos vecinos, si bien ya hoy no tienen sentido toda vez que la Virgen de la Coronada ya es para Calañas, no sólo su Patrona, sino también uno de los emblemas básicos de su comunidad, como para Valverde lo es la del Reposo. Pero es curioso advertir, desde nuestra óptica de finales del siglo XX, cómo la Iglesia no supo entonces conducir los ánimos religiosos de los pueblos, que a su manera los manifestaban aunque fuera también con cantes y bailes, y absurdamente los impedía, no sabiendo comprender -ni reconducir- la fuerza del espíritu de una comunidad.
Hay una ejemplar visión de futuro en la actitud de D. Rodrigo Cavallero Yllanes, cuando sin fiarse del destino seguro de las alhajas que regala (afín de que no peligren en despoblado -léase hoy que se vendieran para otros fines «caritativos» o que terminaran en un Museo de otra población-), y las confía a los dos cabildos -civil y eclesiástico- simultáneamente, para que cuando no se usen se depositen en el monte de piedad que el había fundado. Esta aparente desconfianza de un preilustrado del siglo XVIII, no está en contradicción con su gran devoción a la Virgen de la Coronada, que «…..ESPIRITUALMENTE, DE MUCHOS AÑOS A ESTA PARTE, LA VISITO TODAS LAS MAÑANAS A DECIRLE DOMINUS TECUM…..».
Virgen de Coronada
mándanos agua,
que se secan los trigos
y las cebadas.
No vayas a Calañas,
Oh Virgen pura
que te llevan montada
en una burra.
Vente a Valverde
que te traen los hombres
y las mujeres
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Publicado por Juan Carlos Sánchez Corralejo en martes, abril 02, 2013