Aparición Virgen de Guadalupe 1531 por J. Fiebag

Descripción

Aparición Virgen de Guadalupe 1531 por J. Fiebag

 

FECHA: Agosto 1949 – Marzo 1950
LUGAR: Norwood, Ohio
AUTOR: ©Ronald R, Berger

Gracias al meticuloso diario de un sargento norteamericano y al afán de un sacerdote, el presente caso no se ha perdido -como tantos otros- en la noche de los tiempos.

El caso del llamado «Incidente del proyector de Norwood», en Ohio (EE.UU.), se me antoja uno de los más precisos y transparentes de aquellos primeros tiempos oficiales de la era ovni. Todo empezó una noche de Agosto de 1949. Se celebraba un Carnaval en los terrenos de la iglesia de San Pedro y San Pablo, en el núcleo urbano de Norwood, una especie de «ciudad» de 35.000 habitantes, dentro de la gran urbe llamada Cincinnati, en Ohio. Por aquello de animar el festejo, el reverendo Gregory Miller, párroco de la citada iglesia, decidió adquirir un potente proyector de ocho millones de bujías.

Después de todo, el Ejército lo vendía barato.Y contrataron al sargento Donald R. Berger para su manejo. Cuando los carnavales estaban llegando a su fin, el haz de luz descubrió al sargento y a los cientos de ciudadanos un objeto circular, que permanecía estático en el oscuro cielo.

El propio reverendo Miller pudo contemplar aquella cosa enorme y brillante, estática sobre las cabezas de los desconcertados vecinos. Esto ocurría la noche del 19 de agosto. Pero aquello fue sólo el principio de una serie de observaciones que se prolongaron hasta el 10 de marzo del año siguiente.

Con muy buen criterio, el sargento Berger se percató que se hallaba ante un hecho singular y emprendió la tarea de escribir un diario de las apariciones del objeto. He aquí el diario, tal y como fue recogido por Leonard H Stringfiels, director del CRIFO y editor del Orbit Magazine.

«19 de agosto de 1949. Lugar: Iglesia de San Pedro y San Pablo, Norwood, Ohio 2.15 a 2.30 horas. Mientras estaba manejando el proyector para el festival, detecté un objeto a una elevación de 1585 milésimas. El objeto estaba fijo, apareciendo como un disco brillante. Distancia calculada, 4 o 5 millas. El cielo estaba despejado con una ligera neblina a gran altitud. No adopté ninguna medida, pero al día siguiente aparecieron artículos al respecto en dos periódicos locales.»

«11 de septiembre de 1949. Lugar: Iglesia de Santa Gertrudis, Madeira, Ohio. 19.15 a 23.15 horas. Objeto detectado a 15000-20000 pies, elevación de 1620 milésimas. El objeto desapareció en unos pocos segundos desplazándose recto hacia arriba. Lo detecté de nuevo a mucha mayor altitud. Seguidamente, cuando cambiaba los carbones, lo perdí de nuevo hasta las 21.15 horas. Tan pronto como apareció telefoneé a Wright-Patterson Field. El cielo estaba despejado sin nubes visibles ni neblina. Miles de personas vieron también el objeto.»

«17 de septiembre de 1949. Lugar: Mildford, Ohio 19.00 a 20.00 horas. Comprobando el proyector a la hora del crepúsculo aproximadamente, lo había ajustado a 1600 milésimas. Pude ver un objeto que despedía un brillo blanco. Cuando apagué la luz no pude ver nada. En cuanto oscureció conecté la luz a la misma elevación y capté el objeto en el haz.»

«23 de octubre de 1949. Lugar: San Pedro y San Pablo. Norwood 19.15 a 22.45 horas. Encendí la luz y detecte el objeto a 1600 milésimas. Entre los presentes estaban: William Winklen, el padre Gregory Miller, Robert Linn (Jefe de redacción del Post de Cincinnati), y Leo Hirtl (reportero del Post). El reverendo Miller y Linn telefonearon a la base aérea de Wright-Patterson e informaron sobre el objeto al oficial de inteligencia. Aproximadamente a las 22.00 horas, dos grupos de objetos de forma triangular parecieron salir del disco principal. Cada grupo tenía unos cinco objetos. Bajaban por el haz y seguidamente daban la vuelta al haz. Lo mismo se repitió media hora mas tarde aproximadamente. El disco era todavía visible cuando apague la luz para la noche.»

«24 de octubre de 1949. Lugar San Pedro y San Pablo 19.15 a 21.00 horas. Luz ajustada a 1600 milésimas. El objeto apareció inmediatamente en el haz. Mantuve el objeto en el haz durante aproximadamente media hora hasta que quedo cubierto por las nubes.»

«19 de noviembre de 1949. Lugar: Norwood, Ohio. 18.30 a 22.45 horas. A las 19.15 el haz de luz destelló sobre el objeto. Guiando la luz de nuevo al objeto, este desapareció a continuación inmediatamente. Aproximadamente un minuto más tarde le detecté de nuevo con mucha mayor intensidad. La elevación era entre 1605 y 1610 milésimas. Muchos testigos, incluyendo William Winkler. El cielo estaba cubierto de nubes bajas interrumpidas. En ocasiones los objetos aparecían mucho mas brillantes.»

«20 de diciembre de 1949. Lugar: Norwood Ohio,, 20.15 a 22.00 horas. Encendí la luz a las 20.15 y detecté el objeto inmediatamente. Al principio era tenue y pequeño. Al despejarse la neblina el objeto se abrillantó. Estaban presentes D.A.Wells (físico de la universidad de Cincinnati), dos miembros del OSI, el padre Miller, el alcalde de Norwood (R.Ed.Tepe) y Reginald Meyers.»

«11 de enero de 1950. Lugar Norwood, Ohio 19.30 a 21.15 horas. Encendí la luz pero no encontré el objeto hasta aproximadamente las 19.45 horas cuando desapareció la bruma. Observado durante aproximadamente 15 minutos, muy claramente, seguidamente se amortiguó el brillo. Llamó mi atención que algunos objetos menores estaban pasando a través del haz. Vi los dos últimos objetos varias veces. Estaban también presentes William Winkler, y el sargento mayor R Ekleberry, el sargento mayor John Savage y el sargento W. Piluerg de la Guardia Aérea Nacional.»

«9 de marzo de 1950. Lugar : Norwood, Ohio 20.00 a 22.00 horas. Aproximadamente a las 20.00 detecté el objeto con la luz. Aproximadamente a las 20.45 horas salieron dos objetos pequeños del disco y pareció como si el disco saliera fuera del haz. En aproximadamente 10 minutos, el disco se movió de nuevo al interior del haz. El cielo estaba despejado. Había presentes 11 personas.»

«10 de marzo de 1950. Lugar: Norwood, Ohio 19.00 a 23.00 horas. Capté el objeto en el haz a 1600 milésimas. A las 19.45 el objeto se desplazó hacia arriba y a través del haz desapareció. Media hora más tarde el objeto reapareció en el haz en la misma posición. El objeto permaneció en el haz hasta que apague la luz para la noche. Estaban presentes el padre Miller, el capitán Wilks, R. Meyers, W. Winkler y otros. El capitán Wilks telefoneó a Wright-Patterson Field. El capitán Wilks observaba el objeto con primáticos mientras yo movía la luz.»

10.000 pies de diámetro

De acuerdo con los cálculos del sargento y de otros testigos cualificados, aquel formidable objeto que aparecía sistemáticamente al final del pasillo de luz debía alcanzar el escalofriante diámetro de 10000 pies (unos 3.000 metros) Toda una nave nodriza, tal y como se denomina hoy en términos ufológicos a las naves que transportan otras naves u ovnis mas pequeños. Como en el caso Norwood, en otra muchas ocasiones se les ha visto «soltando» objetos de menor tamaño, o «recogiéndolos».

Realmente, resulta difícil asimilar para la mente humana un artefacto volante de 3 kilómetros… Toda una plataforma espacial. Pero ahí están los testimonios y una de las fotografías tomadas en aquellos días.

Fuente: http://www.planetabenitez.com

Un astrónomo, autor de la primera fotografía OVNI

FECHA: 12 de Agosto de 1883
LUGAR: Observatorio de Zacatecas (México)
AUTOR: ©José Bonilla. Director del Observatorio.

Son ironías de la vida. Muchos hipercríticos, negativistas e incrédulos levantan sus voces, tratando de socavar la realidad ovni con frases como estas:»Si los ovnis existen, ¿por qué no los ven y fotografían los astrónomos? Evidentemente, como veremos en este caso y en otros posteriores, les falta información…. El 12 de Agosto de 1883, José Bonilla estudiaba el sol desde el Observatorio de Zacatecas, en México. De pronto, ante su lógica sorpresa (no olvidemos que en las fechas no se hablaba de ovnis), vió una serie de manchas extrañas que cruzaban el disco solar -en línea absolutamente recta- y a una distancia que el astrónomo estimó no superior a 300.000 kilómetros. En otras palabras, como si las manchas se movieran a una distancia similar a la existente entre nuestro mundo y la Luna. Bonilla no lo dudó. Y fotografió los enigmáticos objetos. Aquella, mientras no se demuestre lo contrario, fue la primera fotografía ovni. Según describió Bonilla, «aquellos objetos alargados pasaban de dos en dos por encima del disco solar».

La observación duró un día y parte del siguiente. Cuando el astrónomo mexicano dio a conocer su sensacional hallazgo, ninguno de los eminentes científicos de la época lo tomó en consideración…

Desalentado, José Bonilla remitió las placas al diario L’Astronomie de París. Y allí sí las dieron por buenas, siendo incluidas en la página 347 del volumen correspondiente a 1885. El mismo Bonilla escribe en el diario L’Astronomie (revista de astronomía popular, de meteorología y de física del Globo), publicada por Camille Flammarion: «…El 12 de Agosto de 1883, a las 8’00 horas a.m. (de la mañana), comencé a extraer puntos del Sol cuando, de repente, observé un pequeño objeto brillante que penetraba en el campo del telescopio, marcándose en el papel que usaba para señalar los puntos. Cruzó el disco solar y se proyectó como una sombra casi circular. Apenas me había recuperado de mi sorpresa cuando el mismo fenómeno se repitió, con una frecuencia tal que en el curso de dos horas fui capaz de contar 283 objetos cruzando la cara del Sol.» Bonilla y su ayudante llegaron a registrar 331 objetos en el referido 12 de Agosto (divididos en dos períodos de 283 y 48 objetos, respectivamente) y 116 al día siguiente. En total, pues, 447 ovnis. La trayectoria tomada por los objetos fue oeste-este, con más o menos inclinación hacia el norte o el sur del disco solar.

esquema de los objetos

«…Después de varios minutos de observación, prosigue el Director del Observatorio de Zacatecas, noté que esos cuerpos, algunos de los cuales eran perfectamente redondos y otros alargados, parecían ser negros y sombríos mientras se proyectaban a través del disco solar, pero aparecían luminosos al atravesar el Sol, cruzando el campo del telescopio Como frecuentemente tomaba fotografías del Sol cuando su disco mostraba puntos y «faculae» (regiones luminosas de la fotosfera del Sol, vistas muy fácilmente cerca de los bordes del Sol), decidí tomar también fotografías de este raro e interesante fenómeno del paso de los cuerpos a través del Sol. Para este fin reemplace, en el mismo ecuatorial, la lente de 16 cm. por otra de igual intensidad, con un foco químico (apropiada para el trabajo fotográfico), y el ocular con una cámara fotográfica. Después de varios intentos de ajustar el equipo, tuve éxito al tomar varias fotos, de entre la cuales envié a L’Astronomie la más interesante. Mientras yo tomaba estas fotografias, un ayudante contó los cuerpos con el descubridor ecuatorial del telescopio. La fotografia fue tomada utilizando una placa húmeda con un tiempo de exposición de 1/100 seg. Esta velocidad no me permitió valorar y preparar convenientemente los baños, además el negativo debió ser un poquito coloreado por el revelador.

El foco no está totalmente en el Sol sino más bien en el cuerpo que era de más interés en esta ocasión.» José Bonilla señala en este sentido que, según sus cálculos, aquellas desconcertantes «escuadrillas» de objetos podían navegar a la distancia estimada desde la Tierra de unos 242.000 kilómetros. Y digo «escuadrillas» porque , según las apreciaciones del astrónomo mexicano, los objetos pasaban ante el Sol en formaciones de 15 a 20. Como decía, ironías de la vida…

Fuente: http://www.planetabenitez.com

JUEVES 25 DE FEBRERO DE 2010

El Acontecimiento de Guadalupe

La imagen de la Virgen de Guadalupe ha sido objeto de varios exámenes científicos, con sorprendentes resultados.

Por Johannes Fiebag

Introducción

La importancia de las apariciones para la hipótesis de los históricos, así como de los actuales, encuentros con inteligencias extraterrestres (IETs), no parece haber sido del todo comprendida ahora hasta. Las apariciones son normalmente rechazadas por los científicos y usualmente aceptadas por los teólogos. Las apariciones de la Virgen María normalmente son aceptadas sólo por la Iglesia Católica.

Esto, sin embargo, parece ser una seria mala interpretación (Fiebag 1986, 1995). Una explicación alternativa se relaciona con el objetivo y los fenómenos secundarios perceptibles en los actuales acontecimientos UFO. Estos eventos modernos trazan de muchas maneras un paralelo con la serie de apariciones que ocurrieron en 1917, en Fátima, Portugal, (Vallée 1975, y Keel 1971).

Tal fenómeno incluye discos, como un «aparato de luz,» descritos exactamente en estos términos por los testigos de la quinta aparición. También se observaron detonaciones supersónicas dobles, protuberancias luminosas, cargas electro-estáticas, “estrellas” moviéndose, misteriosas flores blancas o nieve que caían del «aparato de luz,» pero que desaparecieron cuando hicieron contacto con la tierra. Estas descripciones de «nieves» o misteriosas “flores blancas» son bastante similares a las descripciones de «cabello de ángel” que son bien conocidas a partir de algunos famosos casos UFO.

Con el caso de Fátima existe también la probabilidad de la manipulación física de los tres visionarios por una medicina desconocida o mezcla de drogas. Esto se infiere del hecho de que algún tipo de inusual lapso de tiempo les ocurrió a los tres niños. El evento final y más fuerte que lleva a los investigadores a creer que esto fue mucho más que una aparición son los informes de un disco plateado girando. Este disco fue observado por unas 70.000 personas que equivocadamente creyeron que se trataba del Sol.

Siguiendo con la aparición / hipótesis UFO, la figura de la Virgen María podría interpretarse como algún tipo de proyección holográfica. Esta proyección podría ser similar, pero no idéntica, a las modernas holografías de fotos láser tridimensionales. También se han registrado proyecciones holográficas en recientes casos UFO. La «hermosa mujer» podría haber sido una figura virtual. Producida por una tecnología altamente desarrollada, podría afectar su entorno por y durante el tiempo de la aparición, y ser visible para los visionarios y a veces también para otros testigos.

Esta teoría holográfica también aplica a otras apariciones o posiblemente incluso a una serie de apariciones. Por ejemplo, las apariciones que ocurrieron en Heroldsbach, Alemania; Eisenberg, Austria; Montichiari, Italia; y Medjugorje, Bosnia-Herzegovina, (Fiebag, 1995). Esta interpretación se corresponde con ambos la hipótesis Leaky-Embargo desarrollada por el Profesor James Deardorff (1986), así como con mi propia Hipótesis del Mimetismo (Fiebag, 1990, 1993, 1994, 1995).

La Hipótesis del Mimetismo intenta explicar las diversas apariciones y conductas de posibles IETs a lo largo de los siglos sugiriendo que nosotros las consideramos como manifestaciones virtuales que se han adaptado a nuestro sistema de creencias cultural-sociológico y religioso, así como a nuestras fantasías, imaginaciones, y expectativas.

Las apariciones de la Virgen María parecerían ser una forma lógica de comunicación iniciada por IETs y dirigida a nosotros.

La historia del acontecimiento de Guadalupe

Otro caso importante que involucra a las apariciones es la aparición de Guadalupe, México, en el año 1531. He escogido este caso porque todavía es uno de los pocos con un objeto físico todavía hoy en existencia. Este objeto no sólo indica que las apariciones son reales, sino que hay una verdadera conexión con una extraña inteligencia foránea.

El informe original de la serie de apariciones de Guadalupe fue escrito por el noble azteca Antonio Valeriano. Él lo tradujo en 1649 de los viejos textos españoles al dialecto mexicano Nahuatl y lo tituló Nican Mopuhua. Durante los últimos siglos los registros oficiales españoles originales han desaparecido, de modo que el Nican Mopuhua es el texto más antiguo sobre el evento hoy en existencia (Siller, 1984).

El acontecimiento

Antes de la salida del sol del 9 de diciembre de 1531, Juan Diego, entonces de 57 años de edad, empezó su caminata desde su pequeño pueblo de Tolpetlac hacia la ciudad de Tlatilolco, a nueve millas de distancia. Él quería tomar la parte en la santa misa mientras estaba allí. Juan Diego era un indio azteca que seis años antes se había convertido al cristianismo. La ruta que tomó lo llevó a través de campos pedregosos y bajas colinas. En las inmediaciones de un pequeño montículo, que los indios conocían como «Tepeyac» y que luego se convirtió en el nombre español “Guadalupe», él se dio cuenta de que estaba oyendo una música desconocida, no terrenal. Esta música venía de la cima de la colina.

En el Nican Mopuhua encontramos lo siguiente:

En ese lugar él levantó la vista hacia el montículo, hacia el lado donde el sol estaba subiendo y desde donde venía el maravilloso canto.
¡Y cuando el canto de repente se detuvo, cuando ya no fue más perceptible, él oyó como alguien llamaba desde la cima del montículo, cómo alguien decía: “¡Juan Dieguito!»
Y cuando él alcanzó la cima de la colina, vio a una noble señora que estaba de pie allí.
Ella lo invitó a acercarse.
Su vestido brillaba como el sol, como si se reflejara por la luz,
y la piedra, la roca que sus pies pisaban, como si centelleara;
el resplandor de ella brillaba como las joyas, como el ornamento más hermoso, la Tierra, como si estuviera brillando en la luz del arco iris.

Juan Diego cayó de rodillas. La aparición le habló una vez más y se refirió a sí misma como la «Inmaculada Santa Virgen María». Dijo haber venido para que la gente le construyera un santuario en el Typeyac. Y dijo también que Juan Diego era el mensajero escogido que debía llevar esa petición al obispo de la Ciudad de México.

Juan Diego siguió su camino hacia la ciudad. Después de llegar, tuvo que esperar varias horas hasta ser admitido para ver a obispo Juan de Zumárraga. El obispo le escuchó contar su historia, pero no le creyó lo que alegaba. Despidió a Juan Diego con el comentario de que se ocuparía del asunto más tarde. Decepcionado, Juan Diego regresó al Tepeyac. Cuando llegó, se encontró de nuevo con la «reina de los cielos.» Él lamentó su infortunio y le pidió que escogiera a otro mensajero, preferentemente alguien que estuviese mejor preparado para la misión. Sin embargo, la Virgen enfatizó,”es absolutamente necesario que tú vayas personalmente y que exijas que mi Voluntad se lleve a cabo». Al día siguiente Juan Diego se encontró otra vez con el obispo. El obispo estaba obviamente muy sorprendido por la perseverancia de Juan Diego, pero no estaba todavía dispuesto a creerle. Echó a Juan y le pidió algún tipo de prueba para que pudiera creerle que la «reina de los cielos» realmente lo había enviado.

Una vez más Juan Diego volvió al Tepeyac, donde la misteriosa mujer lo estaba esperando. Él le informó acerca de la exigencia del obispo y la Virgen contestó:

“Todo está muy bien mi pequeño hijo. Mañana tú regresarás a este lugar y entonces le llevarás al obispo la prueba que exige. ¡Ahora, vete! Yo esperaré por ti aquí mañana.”

A la mañana siguiente, el 12 de diciembre de 1531, ocurrieron algunos extraordinarios e importantes eventos. En el Nican Mopuhua encontramos lo siguiente:

Ella le dijo,» Sube mi muy pequeño hijo, a la cima de la colina dónde tú me has visto y donde yo te di mis órdenes. Tú verás allí diferentes flores. Escógelas, recógelas, y júntalas. Luego regresa a mí, trayéndomelas, a mi presencia».

Y Juan Diego subió a la colina, y cuando alcanzó la cima admiró las flores sorprendido de cuántos tipos diferentes había. Ellas eran delicadas y bonitas aunque no era su época para florecer. En ese momento del año todo estaba cubierto con la escarcha.

El Nican Mopuhua indica repetidamente qué tan maravilloso y asombroso era eso. Allí, en la cima del Tepeyac, a pesar del crudo invierno las hermosas flores estaban abriéndose. Esto estaba ocurriendo en un lugar donde incluso en el verano normalmente no se encuentran nada más que «montones de duras piedras, espinosos perales, zarzas, y cactus de mesquite”.

Juan Diego escogió las flores como se le ordenó y las puso en su tilma, una prenda similar a un delantal. Entonces regresó hacia la brillante figura que lo estaba esperando al final de la colina. «…y cuando ella vio las flores, las tomó con sus venerables manos, luego las volvió a poner en su tilma y le dijo:

Mi muy pequeño hijo, estas diversas flores son la prueba, la señal que tú le llevarás al obispo. Tú le dirás en mi nombre que esto hará que él pueda reconocer mi pedido y por consiguiente convertir mi deseo en realidad. Y tú, quien eres mi mensajero, en ti está puesta la absoluta confianza.

Y te ordeno con el mayor rigor que en ninguna otra parte que no sea en presencia del obispo abras tu tilma y muestres lo que estás llevando.»

Una vez más, Juan Diego se marchó, y una vez más tuvo que esperar varias horas hasta obtener el permiso para ser recibido por el obispo. Esta vez él no estuvo solo en el cuarto con el obispo. Algunos altos funcionarios de la iglesia y algunos otros indios estaban presentes. Juan Diego se arrodilló delante del obispo Zumárraga. Le dijo lo que había pasado y que había elegido las flores del Tepeyac y que ésta era la prueba que él le había pedido. El Nican Mopuhua informa como sigue:

«Aquí están, por favor recíbalas. Y entonces él abrió su tilma blanca en la que ella había puesto las flores.

Y en ese momento, cuando las espléndidas flores cayeron al suelo, allí la tilma se transformó en un augurio. De repente, apareció allí la bienamada imagen de la Señora Inmaculada, de la Santa Virgen María. Cuando el obispo y todos aquellos que estaban allí en el cuarto la reconocieron cayeron de rodillas y la admiraron enormemente.»

Enfrentado con esta evidencia, Zumárraga quedó finalmente convencido: una pequeña capilla fue construida en la cima del Tepeyac, como ordenaba la aparición. En 1695 se la reemplazó por una gran catedral. En 1754, el Papa Benedicto 14 reconoció El Milagro de Guadalupe (que es el nombre que reemplazó el Tepeyac original).

Los papas siguientes no sólo pusieron el énfasis en la validez de esta aparición, sino también le han concedido un estatus superior a Guadalupe. En 1976, se construyó una nueva basílica que tiene capacidad para albergar a diez mil personas.

Juan Pablo II fue el primer papa en visitar Guadalupe en 1981, 450 años después de las primeras apariciones. Él la visitó de nuevo en la primavera de 1990. Hoy, Guadalupe es parte integrada a la capital de México. Más de 20 millones de peregrinos viajan a Guadalupe todos los años y es uno de los santuarios más grandes de la Iglesia Católica.

Las propiedades misteriosas de la tilma

Como previamente se dijo, es la imagen dejada en la tilma lo que hace al evento de Guadalupe uno extraordinario. La colorida figura de María en la tilma de Juan Diego mide un total de 142 cm. En los siglos pasados, la figura fue repetidamente pintada parcialmente por encima. Por ejemplo, las manos fueron hechas más pequeñas para hacerlas parecer como más mexicanas. Esto es detectable a través de la fotografía infrarroja. Sin embargo, nosotros todavía tenemos en nuestro poder la imagen original que apareció tan de repente y en presencia de varias personas en el año 1531.

Durante las últimas décadas, se han hecho gran número de análisis científicos, tanto sobre la imagen como sobre el material de la tilma. Los resultados de estos exámenes son de gran interés.

Primero, la tilma en sí es una prenda que fue tejida con los ásperos hilos del agave. Normalmente estos hilos, incluso bajo el tratamiento más cuidadoso, no duran más de 20 años. Sin embargo, dado que la tilma de Juan Diego tiene ahora 450 años de antigüedad, esto significa que ha durado 20 veces más de lo que debería, y sin ninguna señal de deterioro.

A pesar del paso de 450 años, los colores en la tilma conservan notable brillo y vitalidad.

Lo que es aun más asombroso es el hecho de que la imagen no fue protegida por una hoja de vidrio durante los primeros siglos. Se conservaba en una pequeña, abierta pero húmeda, capilla y expuesta sin cesar al incienso y al humo de innumerables velas. Los inválidos se han puesto la tilma sobre sus cuerpos, millones la han tocado, y cientos de miles la han besado. Se han colocado en ella piezas de joyería y pertenencias privadas, tales como espadas y sables. Un biofísico llamado Phillip Callahan, de la Universidad de Florida, calculó en 1973 la masa de energía de la luz ultravioleta de las velas encendidas en estrecha proximidad a la tilma. Según su investigación, las emisiones de luz durante los últimos 450 años deberían haber destruido los colores hace mucho tiempo. “La luz ultravioleta demasiado intensa blanquea todos los pigmentos de color, ya sean ellos orgánicos o inorgánicos por naturaleza. El azul se marchitará especialmente rápido.» (Callahan, 1981). De algún modo, todos los colores han sobrevivido hasta el momento.

En 1936, el alemán ganador del premio Nobel Richard Kuhn, de la Universidad de Heidelberg, recibió una muestra del tejido para examen. La muestra era un hilo rojo y uno amarillo, directamente tomados de la imagen. Durante sus investigaciones, Kuhn pudo concluir que en realidad no había ningún color sobre o en los hilos. Esto significa que no se usó ningún animal, planta, ni materia colorante mineral: “La posibilidad de que fueran utilizados colores sintéticos se excluyó porque los sintéticos no estuvieron en uso por otros trescientos años.» (Johnston, 1981).

En 1946, se hizo por primera vez un análisis microscópico directamente del tejido. Los resultados confirmaron aquellos de Richard Kuhn. Además, se determinó que la imagen no era en definitiva una pintura puesto que no se encontraron marcas de pincel. Un nuevo examen en 1954, hecho por el físico mexicano Francisco Ribera, condujo al mismo resultado. El especialista en La Guadalupe Católica Francis Johnston escribe:»Si la imagen no es una pintura, ¿qué otra cosa es?” (Johnston, 1981).

En 1964, un análisis de la propia imagen fue efectuada por dos expertos en fotografía de Kodak (Callahan, 1981). Ellos determinaron que la imagen «tiene definitivamente el carácter de una fotografía”. Un examen infrarrojo hecho por Philipp Callahan y Jody Smith en mayo de 1979, demostró la falta de un lienzo preparado, además de una capa de tierra o una capa de barniz protectora. «Las fotografías infrarrojas no muestran ninguna marca de pincel, y la ausencia de alguna cola es obvia debido a los muchos huecos vacíos que son visibles en el material. Tal fenómeno es fantástico… Se encontró que el color rosa en la imagen le permite a la luz infrarroja que lo atraviese. Éste es otro misterio. La mayoría de los pigmentos rosas son normalmente impenetrables por la luz infrarroja, pero éste no es el caso para esos pigmentos en la imagen.» (Callahan, 1981).

En 1929, el fotógrafo mexicano Alfonso Gonzáles descubrió que los ojos de la figura en la tilma estaban reflejando una cara obviamente humana. Él anunció su descubrimiento, pero éste fue guardado en secreto por la Iglesia y al final simplemente fue olvidado.

Más de 30 años después, el 29 de mayo de 1951, el ilustrador Carlos Salinas examinó una ampliación de la cara de la Señora (en la tilma). Usando una lupa, descubrió que la pupila del ojo derecho contenía la imagen de un hombre barbado. Por consiguiente, el obispo de México, D.F. instituyó una comisión investigadora. El 11 de diciembre de 1955, los miembros de este comité no sólo confirmaron el descubrimiento, sino también declararon que con toda probabilidad esa cara era la de Juan Diego.

Posteriores exámenes realizados por oculistas, ópticos, y físicos mostraron más detalles. Por ejemplo, el oculista Rafael Chavoignet declaró (citado por Johnston, 1981): » Estudié los ojos con el mayor cuidado posible y, de hecho, observé la imagen de un hombre en la córnea de ambos ojos. La distorsión en la posición de la imagen es idéntica a la que se produciría en un ojo normal.”

En 1962, el óptico Charles Wahlig investigó de nuevo la tilma, pero esta vez con otros ópticos. Ellos realizaron una ampliación de los ojos veinticinco veces superior y no sólo descubrieron dos caras más reflejadas, sino también pudieron reconstruir la configuración geométrica de esas personas en el momento de la aparición de la imagen. «En el momento en que Juan Diego le entregó las flores al obispo, nuestra Bendita Señora estaba en realidad presente en el cuarto, pero quiso permanecer invisible. En lugar de eso, ella quiso dejar un símbolo visible, imperecedero, de su presencia en la tilma de Juan Diego. Esa parece ser una imagen auténtica de ella, como si estuviera allí en el cuarto y observara el desarrollo del evento. La imagen es perfecta en cada detalle, incluso los reflejos de Juan Diego y de las otras personas que claramente miran por encima de sus hombros. Desde la posición de Juan Diego y las otras dos personas, nosotros podemos notar que ellos no podían ver la imagen de la Bendita Señora. Las dos personas están mirando a Juan Diego y es evidente, podemos asumir, que él estaba mirando al obispo.» (Wahlig, 1972).

Además, es de hacer notar que un nuevo examen, llevado a cabo en 1986, con microscopios electrónicos y análisis de computación, por el oculista Jorge Padilla y el ingeniero de la NASA José Tonsman, condujo al mismo resultado (Tonsman, 1981).

En comparación con otras pinturas, las dos personas descubiertas en las pupilas de los ojos fueron identificadas, con toda probabilidad, como el intérprete del obispo Zumárraga y el obispo Ramírez y Fuenleal, que también estaba presente durante el acontecimiento. «Debe mencionarse que no existía ninguna evidencia científica con respecto a los reflejos del ojo hasta que Helmholtz los confirmara en un extenso ensayo sobre el ojo hacia 1880. Ya que no fue posible captar esos reflejos hasta la invención de la cámara, nosotros nos confrontamos con un fenómeno científico inexplicable. ¿Quién podría conocer eso en el año 1531, y podría haberlo usado?» (Johnston, 1981).

Excluyendo un milagro

Los resultados de los varios exámenes científicos de la imagen en la tilma de Guadalupe nos llevan a creer que no es una pintura, ni un milagro, ni una falsificación posterior. Eso nos deja con dos posibles explicaciones:

1) La imagen realmente fue creada por la influencia inmediata y milagrosa de la Santa María de Dios y no necesita más interpretación,

O

2) Después de considerados todos los factores conocidos en relación con su origen, intentamos explicar la formación de una manera lógica y racional.

Sin ninguna duda, en la literatura religiosa hay buena gana de hacer uso de la primera posibilidad. Según la Iglesia, fue un milagro divino, producido en el momento en que Juan Diego abrió su tilma. Un examen más riguroso de las circunstancias no parece ser apoyado por los análisis o la reciente literatura.

Preparación del «milagro»

Incluso de una ojeada, uno puede ver que hay tres partes para el «milagro» involucrado en el Acontecimiento de Guadalupe. Hasta donde yo sé, una clasificación tripartita nunca se ha intentado en la literatura religiosa, pero esto es evidente cuando echamos una mirada más cercana a los problemas.

1) Los preparativos temporales: En la tarde del 10 de diciembre Juan Diego transmitió la exigencia del obispo a la figura milagrosa. Su respuesta fue:

Muy bien, mi pequeño hijo, tú debes regresar mañana para que puedas llevarle al obispo la señal que pidió. Se deduce pues que el hacedor del «milagro de las flores» no podía llevar a cabo el milagro en ese momento inmediato, sino en cambio, que necesitaba de un tiempo para prepararlo. Así que, el directo funcionamiento del milagro de un Dios todopoderoso, omnipotente, puede excluirse.

2) Organización de los preparativos: Después de que Juan Diego hubo escogido las flores tuvo que llevarlas hasta la figura de la Santa María. Johnston (1981) describe esta escena de la siguiente manera: “Abriendo su tilma, él la llenó con las flores de colorida mezcla y bajó al lugar donde la Señora, rodeada por una aureola oval de luz, esperaba por él. Cuando él le mostró la magnificencia, ella la arregló cuidadosamente con su propia mano.»

Esta supervisión de las flores era necesaria para verificar y asegurarse de que una muestra suficiente de cada flor había sido tomada y que ellas estaban dispuestas de manera correcta. Una vez más se demuestra que éste no es un milagro del tipo clásico, sino, más bien, un procedimiento metódico y sistemático.

La organización de los preparativos también incluye otro hecho importante. En el Nican Mopuhua se dice:

«Y tú que eres mi mensajero, en ti está la confianza absoluta. Y yo te ordeno con gran rigor que en ninguna otra parte salvo en presencia del obispo deberás tú abrir tu tilma y mostrar lo que estás llevando.»

Estas instrucciones desenmascaran todo el evento: un milagro hecho por Dios debe ser, por todas las definiciones de esos milagros, completamente independiente de la conducta de personas dadas. Sin embargo, en este caso se hace obvio que el milagro deseado tiene condiciones definidas relacionadas con él, no siendo lo de menos la “no apertura de la tilma” hasta un momento específico.

3) El milagro de la imagen en sí misma: La creación de la imagen, como indicaba la preparación, dependía de las llamadas “flores» que Juan Diego estaba llevando en su tilma. En el Nican Mopuhua encontramos lo siguiente:

“Y cuando las diferentes flores preciosas cayeron al suelo, ahí la tilma se transformó en una señal y de repente allí apareció la amada imagen de la Señora Inmaculada, la Santa Virgen María, la madre de Dios, en su forma actual.”

Hay una conexión causativa clara y obvia: las “flores» (en una formación bien definida y controlada) y la apertura de la tilma, producen la creación de la imagen, concretamente en el momento exacto ordenado por la aparición. Éste es un reiterado indicio de que todo esto no tiene nada que ver con un evento milagroso. Fue un acontecimiento organizado y coordinado que dependía de los principios físicos del espacio-tiempo.

Por consiguiente, se deduce que la cuestión número 1 debe ser rechazada. La creación de la imagen de Guadalupe no se debió a la influencia inmediata y milagrosa de la Virgen María o Dios.

Reconstrucción del verdadero acontecimiento

Puesto que la imagen no obstante existe, y dado que están las características específicas mencionadas más arriba, no queda más que la posibilidad de que – contrariamente a las declaraciones de la teología – estemos tratando con un evento muy racional y explicable, aun cuando cada detalle tenga que ser explicado todavía. En otras palabras, la proyección de la imagen de la Virgen María por extrañas, y muy probablemente tecnológicamente avanzadas, inteligencias extraterrestre.

En este caso en particular, podemos conciliar todas las contradicciones dadas por el funcionamiento de un milagro divino. Contrariamente a un Dios todopoderoso, incluso una altamente desarrollada civilización tecnológica tiene que obedecer los principios físicos. Es posible que incluso una IET no sea capaz de reaccionar inmediatamente ante requisitos súbitos, por ejemplo, una señal con el propósito de evidencia. Una IET necesitaría tiempo para preparar la «señal» y no estaría en posición de evitar un plan coordinado. Si nosotros presuponemos que ésta era una operación de IETs, podemos reconstruir el acontecimiento de Guadalupe de la siguiente manera:

Durante la tercera aparición, la IET que se deja ver a sí misma como la Virgen María manifiesta su buena voluntad para dar una señal visible, una pieza de evidencia, al mensajero escogido. Básicamente, ella decide proporcionarle algún tipo de imagen visual como la proyección holográfica. Sin embargo, debido a comprensibles circunstancias, una fotografía no podía ser creada antes del momento en que Juan Diego estuviera en directa proximidad con el obispo. Una creación anterior habría sido tenida inmediatamente como una falsificación.

Las IETs hacen los preparativos necesarios en la cima del Tepeyac. Las flores o algo que se parecía a flores contenían una emulsión o una pintura al agua. Johnston (1981) escribe sobre una mezcla de colores. Las flores son recogidas por Juan Diego e inspeccionadas por la figura proyectada. Al visionario contactado se le advierte que no abra la tilma. Podemos inferir que con esto se quiere evitar que entre la luz, debido a la sensibilidad del material. Esto aseguraba que la» fotografía» fuese hecha precisamente en el momento correcto.

No es hasta después de que Juan Diego llega a la Ciudad de México que él abre su tilma. Incluso el intérprete religioso Johnston (1981) declara lo siguiente sobre este evento: “Era como si la tilma de Juan Diego fuese una película en colores, preparada para fotografiar a la madre de Dios. Aunque no visible al ojo humano, exactamente en el momento en que Juan Diego se reflejaba en sus ojos [la fotografía fue tomada]. Éste es un hecho increíble y después de más de cuatrocientos cincuenta años esta información es ahora finalmente sacada a la luz y confirmada por la ciencia moderna.”

En efecto, el acontecimiento que creó la imagen en la tilma no fue de fotografía en el sentido en que nosotros estamos hoy familiarizados. La tilma no sólo actuó como una lente y como la película en colores, sino también como el objeto de la fotografía. Eso implica que la figura en sí permaneciera invisible durante todo el episodio. Quizás era alguna clase de fotografía infrarroja que hizo visible una longitud de onda que no es visible al ojo humano. Sin duda, tuvo que haber algo en la habitación, de lo contrario no habría sido posible que Juan Diego y las otras personas en el cuarto quedaran reflejados en los ojos de la figura.

Aun cuando el proceso de fotografía no pueda se comprendido en detalle en razón de que nuestra tecnología no se ha desarrollado lo suficiente, podemos reconocer indudablemente la relación tecnológica de este evento.

Una considerable evidencia circunstancial está asociada con la naturaleza de los colores. Hay una alta probabilidad de que el color fuese producido sintéticamente. Desgraciadamente, ningún análisis de este tipo se ha emprendido porque esta idea se excluyó desde un principio.

Quizás la imagen contiene más evidencia sobre su verdadero origen. ¿Cómo pueden ser encontradas las pistas que llevan a tal evidencia? Puede ser posible que ellas estén ocultas en alguna parte dentro de la propia imagen. Está claro que con un análisis científico más a fondo habrá mucho más por descubrir sobre la tilma del acontecimiento de Guadalupe.

Fuente: http://www.antiguosastronautas.com

SÁBADO 20 DE FEBRERO DE 2010

La Prisión de Alcatraz

Demos hoy un paseo por uno de los lugares abandonados más míticos de Estados Unidos, la conocida isla de Alcatraz con su más famosa e inexpugnable prisión dónde, durante décadas, fueron a parar los huesos de los delincuentes más peligrosos de la costa oeste norteamericana.

La Roca, como también se conoce a esta pequeña isla de la bahía de San Francisco, fue nombrada por primera vez como “La isla de los alcatraces”, por el español Juan Manuel de Ayala en el año 1775. Obviamente, recibió el nombre por la colonia de estas aves que vivía y todavía vive en la isla.

En 1846 un tal Julian Workman recibió la cesión de la isla del gobierno mexicano a cambio de que construyera un faro en la isla; faro que todavía está en funcionamiento y que es el faro más antiguo en funcionamiento de la costa oeste. Dos años después, tras el Tratado de Guadalupe Hidalgo, California pasa a formar parte de Estados Unidos y tras una batalla legal, la isla pasa a formar parte del gobierno.

La fiebre del oro convierte la zona de San Francisco en un hervidero de gente y el gobierno ve en la isla un lugar ideal donde emplazar baterías costeras para defender la bahía, de este modo en 1853 comienzan las obras de fortificación de la pequeña isla que terminarán en 1858. La primera guarnición de la isla constó de 200 soldados. Dos años después estallo la Guerra Civil, en la isla se montaron 85 cañones que llegarían a incrementarse hasta los 105 y que curiosamente nunca llegaron a abrir fuego sobre enemigo alguno. Esporádicamente, las instalaciones de la isla ya se usaron durante la guerra para encarcelar a algunos simpatizantes del bando confederado. Una vez terminada la guerra, la artillería no tardó en quedarse obsoleta y el uso defensivo de la isla perdió su sentido.

Así pasaron los años hasta 1933, cuando la propiedad de la isla pasó al Departamento de Justicia de Estados Unidos y tras las reformas necesarias, pasó a convertirse en la prisión de Alcatraz. Durante los 29 años que estuvo en uso, por la cárcel pasaron célebres criminales como Al Capone, Robert Franklin Stroud (el “Hombre Pájaro de Alcatraz”), Jose Sierra, James “Whitey” Bulger y Alvin Karpis, quien pasó más tiempo en Alcatraz que cualquier otro recluso. También se les proporcionó vivienda al personal de la prisión y a sus familias.

Debido a su alto coste de mantenimiento y a la contaminación de la bahía por las aguas residuales de los 250 presos más el personal de mantenimiento y funcionarios de la prisión. El Fiscal General Robert F. Kennedy decretó el cierre del presidio el 21 de marzo de 1963 y los reclusos fueron llevados a la cárcel de Marion, Illinois.

En 1969 la isla fue ocupada durante 18 meses por un grupo de nativos americanos de diferentes tribus que reclamaban su posesión basándose en el Tratado de Fort Laramie (1868). Durante la ocupación varios edificios fueron dañados o destruidos por los incendios, incluidos el patio de recreo, las casas cuarteles de la Guardia Costera y la casa del alcaide.

Otros edificios fueron destruidos por el Gobierno de los Estados Unidos después de que la ocupación finalizara. Hoy en día, la isla es un sitio histórico operado por el Servicio de Parques Nacionales como parte del Parque Nacional Golden Gate y está abierto para visitas. Los turistas pueden llegar a la isla por ferry desde el muelle 33, cerca de Fisherman’s Wharf en San Francisco.

Y tras conocer la historia de este emblemático lugar, demos ahora un pequeño paseo. Algunas partes se mantienen para las visitas, de otras solo quedan las ruinas.

Las fugas

Durante sus 29 años de funcionamiento, la penitenciaría alegó que ningún preso escapó con éxito. 36 presos han participado en 14 intentos, dos personas lo intentaron dos veces; siete murieron y dos se ahogaron. La escena más violenta se produjo el 2 de mayo de 1946, cuando un intento fallido de fuga de seis presos dio lugar a la denominada “Batalla de Alcatraz”.

El 11 de junio de 1962, Frank Morris, John Anglin y Clarence Anglin llevaron a cabo con éxito una de las más complicadas fugas jamás concebidas. En la parte posterior de las celdas de los reclusos en el Bloque B (donde fueron internados los fugitivos) había un pasillo no vigilado de 0.91 metros de ancho. Los prisioneros cincelaron el hormigón dañado por la humedad de alrededor de un respiradero que conducía al pasillo, utilizando herramientas tales como una cuchara de metal soldada con plata de una moneda de diez centavos y un taladro eléctrico improvisado a partir de una aspiradora robada. El ruido era disimulado con el sonido del acordeón durante la hora de música, y el progreso de sus trabajos se ocultaba con falsas paredes de cartón que, en la oscuridad de las celdas, engañaba a los guardias.

El camino de la fuga conducía a través de un motor de ventilación; el ventilador y el motor habían sido eliminados y sustituidos por una rejilla de acero, dejando un hueco lo suficientemente grande como para un preso pudiera subir. Robando una cuerda de carburo de silicio del taller de la prisión, los presos habían quitado los remaches de la rejilla y los sustituyeron por otros de imitación hechos de jabón. También robaron varios impermeables para usarlos como balsa en su huida. Dejaron en sus respectivas camas muñecos de papel maché a los que habían pegado cabello real de la peluquería de la prisión para despistar a los guardias, y se fugaron. La hipótesis fue que llegaron a la bahía de San Francisco a las 10 p.m.

La investigación oficial del FBI contó con la ayuda de otro preso, Allen West, que también formaba parte del grupo de los fugitivos pero finalmente se quedó. Se cree que pudo deberse a que no pudo abrir la rejilla de ventilación de su celda a tiempo o bien porque le pudo el temor. En cualquier caso, cuando West fue capaz de abrirlo, sus compañeros ya se habían marchado y con ellos la balsa, por lo que no tuvo más remedio que permanecer en su celda hasta el día siguiente, momento en el que se descubrió la ausencia de los presos. Objetos pertenecientes a los fugados fueron encontrados en la cercana isla Ángel, y el informe oficial sostiene que los fugitivos se ahogaron al intentar llegar a tierra en las aguas frías de la bahía, pero sus cuerpos nunca fueron encontrados.

Fuente: http://tejiendoelmundo.wordpress.com

Categoría: