Descripción

Milagro en Manresa (1345). Luz y agua

 

Además, de la ruta ignaciana, el otro gran exponente de la tradición manresana, concretado en la fiesta de la «Misteriosa Llum»; un milagro que permitió finalizar las obras de la acequia -la Sèquia»- destinada a traer el agua a la ciudad. Un canal que actualmente ha quedado vinculado al lago artificial del parque la la «Agulla», que se ha convertido en un importante núcleo de recreo y un pulmón para Manresa como zona verde

Festa de la Llum
La ciudad de Manresa celebra con esta fiesta el aniversario de la venida de la «Misteriosa Llum» a la iglesia del Carme. Según la tradición, este milagro ocurrió un 21 de febrero de 1345 y puso fin a un contencioso que pesaba sobre la ciudad, lo cual permitió que continuaran las obras de construcción de la Sèquia». Hallándose algunas personas en la iglesia del Carmen, vieron encima del altar o Capilla de la Santísima Trinidad una llama o señal blanca y resplandeciente, parecida a una estrella que procedía de la montaña de Montserrat y que, saliendo de la citada capilla, se elevó suavemente hasta la bóveda de la iglesia. Al contemplar cosa tan extraordinaria, aquellas personas corrieron a avisar a los frailes carmelitas que tenían al lado su convento. Frailes y monaguillos se acercaron a la iglesia cantando himnos litúrgicos; repicaron las campanas y unas 300 personas se dirigieron al Carme para contemplar aquel prodigio. Por tres veces fue y regresó la luz misteriosa desde el altar de la Trinidad a la bóveda principal de la iglesia, encima del altar mayor, y una vez desde aquí descendió a la capilla de la Santa Cruz o de San Salvador. Existe un documento en el que consta la declaración (en latín y caligrafía del S. XIV) del prodigio, que se conserva en el archivo histórico de la ciudad. Después de este milagro, la tradición popular fue añadiendo otros acontecimientos como, por ejemplo, que después de obrado el prodigio, el obispo de Vic levantó la excomunión con la que tenia castigados a los manresanos por construir el tramo de la «Sèquia» que pasaba por sus tierras. De aquí proviene la relación existente entre la luz y el agua. La «Festa de la Llum» se celebra cada año el día 21 de febrero. Es también la fiesta de la «Sèquia», el agua de la cual todavía hoy abastece la ciudad procedente de Balsareny a través de un canal de 26 Km com tan solo 10 m. De desnivel.

La Sèquia

Manresa es, gracias a la visionaria actuación de nuestros antepasados del S. XIV, una ciudad privilegiada, inmune a las sequías gracias a una acequia construida hace seis siglos. La ciudad toma el agua del Llobregat en una presa situada bajo el castillo de Balsareny, y llega a Manresa al parque de la «Agulla», desde donde se divide en dos ramales hasta el rio Cardener. La Sèquia puede seguirse por un sendero que discurre al lado del canal de dominio público de Manresa. En su trayecto se hallan mojones con el escudo de la ciudad.

El Parc de l’Agulla

El año 1962, la Junta d’Aigües de Manresa vio la necesidad de construir un lago artificial que garantizase el abastecimiento de agua a la ciudad en el caso de una avería en la «Sèquia». Las obras empezaron en 1966 con la construcción de una presa y, a causa de la naturaleza del terreno -arcilloso con filones de yeso- fue necesario para evitar filtraciones, recubrir toda la superficie del estanque con placas de cemento armado. El lago no se llenó hasta noviembre de 1974 y permite actualmente almacenar 200.000 m3 de agua en una superficie de 64.000 m2 y una profundidad de 4 m. Asegura el abastecimiento de los depósitos de la ciudad durante seis o siete días.

Pulmón lúdico de la ciudad

El estanque tiene también un uso deportivo: «surf» de vela, piragüismo… Esta finalidad lúdica se complementa con un parque o espacio de protección del lago -creado inicialmente para evitar la instalación de industrias- que actúa como una gran zona verde de la ciudad. Al lado del embalse, una gran variedad de árboles, un parque infantil, zonas de paseo, merendero, mobiliario urbano y fuentes. El parque, que entró en funcionamiento en 1977, y que fue remodelado en 1986 , constituye el espacio lúdico preferido de muchos manresanos, particularmente los fines de semana.