Aparición de la Virgen de Guadalupe en New Jersey

Descripción

Aparición de la Virgen de Guadalupe en New Jersey

 

Una multitud de fervientes católicos acude estos días al centro de West New York, una localidad de Nueva Jersey (este de Estados Unidos), para ver el árbol donde algunos dicen haber sido testigos de la aparición milagrosa de la Virgen María.

Varias decenas de personas se congregaban en torno a un pequeño árbol Ginkgo biloba el martes, orando, tomando fotos y contando historias de lo que consideran un milagro.

West New York, situada sobre el río Hudson, que la separa de Manhattan, es más conocida por su alto índice de criminalidad, su economía a media asta y su alcalde acusado de piratería de software.

Sin embargo, en su avenida central, un nudoso árbol es venerado por fieles que dicen haber distinguido a Nuestra Señora de Guadalupe, una importante figura del catolicismo en México desde que la Virgen María supuestamente se apareció en ese país hace varios siglos.

La Iglesia Católica se ha distanciado del supuesto milagro, y no faltan los escépticos en West New York, donde se concentra una gran población de inmigrantes latinoamericanos. Pero, en un sofocante día de verano, los fieles no parecen perder la fe.

Muchos en la bulliciosa e implacable multitud afirman que se quedarán hasta que el alcalde, Félix Roque, proteja el árbol para siempre.

«Queremos construir un monumento», dijo María Báez, de 35 años, una de los primeras en anunciar que había visto a la Virgen en el árbol y ahora una de las que monta vigilia en el lugar día y noche.

Al pie del árbol ya se acumulan rosarios, velas, flores e imágenes en tributo a la Virgen de Guadalupe, y la policía puso vallas de metal para cuidar el árbol y garantizar la seguridad.

Un patrullero está además estacionado en el lugar. Según declaraciones de Roque a la prensa local, la ciudad gasta mil dólares diarios para gestionar la situación.

María Báez cuenta que todo comenzó temprano en la mañana del 10 de julio, cuando una mujer iba por la avenida camino a su trabajo.

«Ella vio una luz y era la Virgen. Se fue a trabajar, pero estaba asustada», explicó Báez. La mujer, llamada Carmen López, trató de alertar a la policía y al alcalde, pero no le prestaron mucha atención. Poco después, Báez dice haber experimentado una visión similar.

«Cuando llegué aquí la vi: me dijo ‘Yo soy la Virgen’«, relató Báez, provocando expresiones de admiración entre los reunidos en la acera junto al árbol. «Me quedé sin palabras».

Desde entonces, no hubo más apariciones de la madre de Jesús, pero los fieles aseguran que el nudo en el árbol tiene un extraño parecido con famosos cuadros de la Virgen de Guadalupe rodeada de su manto.

La imagen está enmarcada por una división de forma ovalada en la corteza del árbol y su interior de color oscuro parece coincidir con la silueta de la Virgen encapuchada.

Rubén Rafael, de 49 años, recientemente retirado de la Marina de Estados Unidos, dijo que ésta es su quinta visita al árbol.

«Me convencieron», dijo. «Hay mucha delincuencia en esta ciudad. Así que esto nos ayuda a los católicos, los cristianos. Ella está aquí para curar el dolor de este pueblo».

Dos hombres que pasaban por el lugar meneaban la cabeza, sonriendo desdeñosamente.

«Yo respeto todas las religiones, pero en realidad no creo esto en absoluto», dijo Ismael García, un vendedor de alfombras de 27 años.

Su amigo, Giovanni Valenti, un ayudante de un mecánico de 36 años, apuntó hacia el auto de policía estacionado y dijo que «se debería gastar ese dinero en otra cosa».

Valenti señaló que muchos de los árboles Ginkgo bilova que bordean la calle tienen grietas en su corteza y nudos en los que uno puede imaginarse distintas representaciones.

«Toneladas de estos árboles las tienen. Es algo normal para ellos en este clima. Es una ley de la física», dijo.

De pie junto al árbol, Ed Venicio, de 35 años, saca un teléfono móvil y muestra a un periodista una foto de un Ginkgo bilova similar al venerado. El nudo parece un rostro humano con una nariz angulosa.

Sin embargo, Venicio no descarta del todo lo que afirman los fieles.

«Soy católico y creo en la Virgen en esta imagen, pero este nudo es sólo una coincidencia«, dijo. «Pero creo que no importa si es o no es real, lo importante es que motiva la fe del pueblo. Hace que la gente vuelva a la iglesia y recuerde que Dios existe». (RD/Agencias)

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