Precisamente ando escribiendo un artículo para una revista sobre los planes de la élite, cuando hoy me encuentro con esta noticia en un diario español dando cuenta de que el Mesías esperado por la religión judía parece que ya aparecido.

Y digo que parece porque, a pesar de que no se ha mostrado públicamente, su discurso es el que los sionistas estaban esperando. Mensajes amarillos pueblan las calles de Israel anunciándoles que van a ser atacados por una coalición norteamericana-árabe y les insta a la conquista de Jerusalén con un claro mensaje belicista.

Algo gordo se está preparando porque ayer mismo el ministro de Defensa israelí llegó a la Casa Blanca para pedir el visto bueno al ataque sobre Irán, lo que confirmaría mis sospechas desde hace tiempo sobre que, bajo la apariencia secular, el estado israelí es una teocracia mayor que cualquier país árabe. La coincidencia con la «salida del armario» del Mesías judío con esta oleada belicista israelí invita a pensar que una es consecuencia de la otra.

Las coincidencias que confirman el momento apocalíptico (o final de los tiempos) que estamos comenzando a vivir se completan con esta noticia que me llega desde Méjico, a cargo de Yohanan Díaz, en la que se da cuenta de dos vírgenes que lloran lágrimas, una en Italia y otra en Méjico. Curiosamente, la primera ha «elegido» para llorar una iglesia ortodoxa y no una católica, como sería lo lógico en Italia, lo que, si me permitís la expresión, parece un «corte de mangas» en toda la regla a la institución vaticana por parte de la madre de Cristo. En el link de más abajo, veréis un vídeo de la virgen de Puebla.