Contacto en 1992 con un presunto ummita, en El Puerto de Santa María (Cádiz)
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Ignacio Darnaude Rojas-Marcos
INTERCAMBIO TELEFÓNICO EN 1992 CON UN PRESUNTO UMMITA EN EL PUERTO DE SANTA MARÍA
UN ALMUERZO APACIBLE
El lunes 9 de noviembre de 1992 transcurrió con normalidad , salvo que Juan José Benítez estaba invitado a comer con Mariluz e Ignacio Darnaude Rojas-Marcos , por encontrarse en tierras gaditanas investigando casos de ovnis y militares. Hacia las dos y media apareció Juanjo por casa en la playa de Valdelagrana , una barriada marítima de El Puerto. Nos sentamos en la terraza a charlar y poco después de las tres llegó Mariluz de su trabajo. Devoramos con entusiasmo y sin dejar de darle al pico la ensalada y los huevos revueltos acompañados de un tinto de Burdeos. Después de la fruta me levanté a fregar los platos mientras Mariluz y Juan José conversaban sobre los reyes de España.
Acompañamos a Mariluz a la esteticienne del barrio , y J.J. y el que relata los hechos emprendimos una larga caminata a lo largo del Paseo Marítimo , al tiempo que nos deleitábamos con sendos Montecristos del color de la piel de las mulatas cubanas. Marchábamos sin prisa alguna platicando acerca más de lo divino que de lo humano , y en particular del candente negocio que a ambos nos ocupa , los objetos no identificados. Nos referimos asímismo al asunto Ummo aunque sólo de manera ocasional , ya que el arriero de los caballos de Troya nunca se ha interesado a fondo por la trama de Wolf-424. Benítez contó de pasada que conserva una grabación en la que un alto cargo asegura haber entrevistado en persona al famoso Mecanógrafo de los informes ummitas , cinta en la que el Perito Mercantil pone al corriente de sus actividades como empleado administrativo al servicio de los inmigrantes del planeta Ummo. El periodista navarro narró también que , además de las conocidas fotografías ya publicadas , existen otros nueve negativos inéditos , tomados no por “Antonio Pardo” sino por un segundo fotógrafo anónimo , del aparato discoidal con la clásica insignia de Ummo [ )+( ] que según dicen sobrevoló los castillos en la barriada madrileña de San José de Valderas el primero de junio de 1967 , año y medio después del primer supuesto aterrizaje ummense en el no lejano distrito de Aluche , el 6 de febrero de 1966. Estos detalles sobre Ummo los incluímos a título meramente anecdótico , ya que el “astro frio” a 14,4 años-luz no acaparó en modo alguno la prolongada charla de los caminantes machadianos.
A eso de las siete despedí a Juanjo , que se encaminaba hacia Algeciras , donde iba a pasar la noche y entrevistarse con su buen amigo y colega cazaovnis Andrés Gómez Serrano. El viaje no lo llevó a cabo como sería de esperar en calidad de jinete en su consabido corcel de madera con las tripas atestadas de la quinta columna troyana , sino a bordo de un viejo Mercedes-180 achacoso por los muchos miles de kilómetros recorridos a la busca de marcianos. Antes de que arrancara lo hice depositario del artículo de Bob Girard El enemigo alienígena , pieza de alta tensión ufológica. Subí al sexto piso , me enfundé un confortable chándal , y tras lavarme la cara y las manos por el bienestar que ello otorga , me arrellané en el sofá dispuesto a concederme la indulgencia de empaparme El País con la máxima parsimonia y paz de espíritu.
LA LLAMADA UMMITA
Entonces , cuando más enfrascado estaba enterándome de lo que las agencias de prensa deciden que pasa en el mundo , sonó el teléfono. Me levanté de mala gana y lo descolgué. No entendí lo que me decían , atribuyéndolo a que estaba abierto el ventanal de la terraza y además en la cadena resonaban los acordes de la Partita Nº 6 del emperador de la música universal Juan Sebastián Bach. Apagué el tocadiscos y cerré la puerta de cristal y aluminio con ánimo de amortiguar los ruidos externos. Oí una suerte de gruñido extraño , gutural , trabajoso y algo más zoológico que humano. El fulano hablaba quedo y más bien rápido , pronunciaba como los demonios y no había Dios que le entendiera. Parecía como si le costara enormemente emitir sonido , y se expresaba cual los malos en las películas del oeste cuando musitan su última estupidez antes de expirar. Aquel tipo padecía desde luego algún problema en la garganta o era un experto ventrílocuo. Para colmo su resto de voz no se percibía nítida sino empañada por interferencias o un rumor de fondo , lo que dificultaba aún más su comprensión.
Pero no acaban aquí los males. Sobrepuesta a la locución principal , creí advertir otra articulación por lo bajini , de timbre femenino , que parloteaba casi a la vez , aunque no simultáneamente. Se me ocurrió la extravagante idea de que una mujer-apuntador le estaba susurrando al otro lo que tenía que decir. A todo esto la fonación , o las voces , continuaban con su perorata y yo me quedaba in albis. Procuré concentrarme al máximo como hacen los yogis a ver si conseguía descifrarlos , pero sin gran éxito.
DIÁLOGO DE BESUGOS
Por los motivos apuntados me perdí una parte , no sé si la mejor , del impresentable discurso inalámbrico. A continuación se transcribe lo poquito que más o menos pude captar del esforzado farfulleo gangoso , una versión gratis y harto frustrante del teléfono erótico alienígena :
– EL INTERLOCUTOR ( ELINT ) : “(……)”. [ Dijo algo , que yo , ni idea ].
– IGNACIO DARNAUDE ROJAS-MARCOS ( IDRM ) : -Perdone , ¿ cómo dice ?.
– ELINT : “(……)”. [ Murmullos irreconocibles ].
– IDRM : -Me va a perdonar , pero no consigo entenderle bien. ¿ Podría hablar más claro y un poco más fuerte ?.
– ELINT : -¿ Ignacio Darnaude ?. ¿ Es usted el señor Darnaude Rojas-Marcos ?.
– IDRM : -Sí , soy yo. ¡ ¿ Qué pasa ? !.
– ELINT : “(……) ……” el origen extraterrestre “……(……)”.
– IDRM : Perdón una vez más. Lo siento , pero no acabo de entender lo que me dice.
– ELINT : (…..)….. el origen extratarrestre de Ummo….. Le pedimos que no grabe esta conversación. No la grabe.
– IDRM : No , no. Yo no la estoy grabando , ni la pienso grabar. Y no soy tampoco una grabadora ; tengo mala memoria. ¿ Me está usted preguntando si creo en el origen extraterrestre de Ummo ?.
– ELINT : Sí señor , justamente.
– IDRM : Sí , me temo que los de Ummo no son de aquí. Sin embargo pienso también que una buena parte del contenido de las cartas e informes de Ummo no es verídico , que no expresa la verdad.
– ELINT : Ésa es una reacción inteligente.
– IDRM : ¿ Son ustedes oriundos del planeta Ummo ?.
– ELINT : Sí.
– IDRM : ¿ Desde dónde me llaman en este momento ?
– ELINT : Desde Valencia.
– IDRM : ¿ Cómo dice ?. ¿ Desde Valencia , España ?.
– ELINT : Sí , señor.
– IDRM : ¿ Cómo me han conocido ustedes a mí ?.
– ELINT : Por sus investigaciones sobre Albacete y Doña Margarita.
– IDRM : ¿ Sabe usted que estoy escribiendo un catálogo de cartas de Ummo ?.
– ELINT : Sí , lo conocemos.
– IDRM : ¿ Aprueban Vds. la elaboración de este repertorio, o la desaprueban ?.
– ELINT : La aprobamos.
– IDRM : ¿ Me van ustedes a remitir algún escrito ?.
– ELINT : No se lo podemos asegurar.
– IDRM : Quería preguntarle…..
– ELINT : Señor , me va a perdonar , pero tengo que colgar , por motivos de seguridad. Nos están escuchando.
– IDRM : ¿ Qué me sugieren ustedes , en cuanto a la preparación de este listado de documentos de Ummo ?.
– ELINT : [ No contestó. Oí unos chasquidos como si el micrófono estuviera golpeando contra algo metálico ; luego silencio , tal si hubiera colgado el auricular ; y a continuación el típico din-din-din….. de un teléfono cuando comunica. Todo había terminado ].
POSIBLES INTERPRETACIONES :
Me levanté desconcertado , hecho un lio y sin saber qué pensar. Y la verdad que bastante cabreado por la fugacidad de la llamada , sospechando que me habían tomado el pelo. Rápidamente me puse a garrapatear notas sobre lo que habíamos hablado , para que no se me olvidara. Estaba concentrado en esta tarea cuando regresó Mariluz.
– Oye , me acaba de llamar uno de Ummo.
– ¿ Quéeeeeee ?. ¿ De Ummo ?. [ Noté que se había quedado de piedra ].
– Que sí , coño , hace diez minutos. Un tio con una voz muy rara.
– ¿ Y qué quería ?. ¿ Para qué te ha llamado ?.
– Pues yo qué sé. Estos hijos de puta son muy bondadosos pero no sueltan prenda. Aquí estoy que me subo por las paredes. Por cierto , te han dejado francamente guapa en la peluquería. Oye , es que lo eres , me acabo de dar cuenta. Anda , ven , ponte aquí cerquita y consuélame como una geisa ummoica , porque tengo los nervios de punta.
– ¿ Guapa yo ?. Tú lo que eres un ligón , pero ya te tengo calado. Si te hubiera llamado una ummita estarías de mejor humor. Parece que te han dado un disgusto.
Estuvimos un rato debatiendo el posible origen de la llamada , y lo primero que se nos vino a la cabeza es que se trataba de una broma , hipótesis que no obstante presenta algunos problemas :
– El que telefoneó tenía que conocernos bien. Yo vivo en Sevilla , aunque circunstancialmente me encontraba en El Puerto de Santa María. El número que marcaron no figura a mi nombre en la guia , sino al de Mariluz. Y a esa hora también podíamos haber estado fuera de casa.
– ¿ Fue una mera casualidad que montaran semejante número en coincidencia con la visita de Juan José Benítez , o hubo alguna relación entre ambas cosas ?. Y en tal caso , ¿ cómo se enteraron de la presencia del Troyano ?. El autor de El Enviado , como ya hemos dicho , no se interesa mayormente por Ummo , aunque los wolfianos le han dirigido más de una diatriba en sus muy curiosas epístolas.
– Si esta gente es capaz de recorrer 14,4 años-luz , ¿ cómo es que no consiguen el pan comido de aviárselas para hablar en cristiano ?. Si tienen la laringe changada bien podrían recurrir a un telefonista autóctono que les hiciera de correveidile. O expresarse con mayor lentitud y volumen.
– La voz , ese rezongo afillao , debe ser difícil de imitar a propósito. No hay pañuelo sobre el micrófono que valga , ni jadear con el esófago en carne viva como los cantaores flamencos. Si fue un bromista se merece una hostieta a lo Cantinflas por hacerme perder un cuarto de hora ; pero también el premio Cervantes a la oratoria traqueotómica.
– El que gasta una broma busca como es natural lucirse y rentabilidad , y orquesta una burla larga , teatral , movida , que produzca un fuerte impacto y luego se comente. ¿ Pero a quién se le ocurre endilgar un rollo ininteligible , referirse a cuatro chuminadas pero con su mijita de “aquel” ufológico , y dejarlo a uno con la miel en los labios ?.
– El clásico cachondo que se agarra al teléfono llama para algo concreto , lo manifiesta y se expresa. Pero éste no se definió. Lo que quería , él lo sabrá , pero no lo soltó.
– El cuento chino de que el teléfono estaba pinchado no se lo cree ni el de los catorce años lúmmicos. No somos gente importante ni por esta línea se dilucidan secretos de estado. A ninguna autoridad fiscalizadora en su sano juicio se le ocurriría perder el tiempo y el dinero espiando a Mariluz y al hombre a su servicio. Eso de que “nos están escuchando” fue una trola aduladora del ego. Igual que se tiró un farol con tal de presumir con eso de “por motivos de seguridad”. Debe ser un pobre diablo que gusta de hacerse pasar por pez gordo y ha visto demasiadas películas de intrigas y espionaje.
– A pesar de todo , los consabidos toques de absurdo abonarían la idea del origen made in E.T. de la tontorrona llamada : la pronunciación “tecnológica” , el tan ummoide “No nos crean” ( “su reacción ha sido inteligente” ) , la brevedad del diálogo , su desesperante inconcreción , y la obsesión paranoide de que “nos están vigilando”.
– En resumen , que no tenemos ni zorra idea de quién ha llamado , ni para qué. Allá él con su conciencia , si es que la tiene. Que a nosotros no nos ha quitado el sueño.
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Ignacio Darnaude Rojas – Marcos