Descripción

Creo que con Elba hemos llegado a un punto muerto en
lo que a Ummo se refiere. No hay forma humana de sacarle
nada más, ni de verificar o demostrar la falsedad de
las cosas que dice. Es más, incluso sus facultades
parapsíquicas que tanto me impresionaron al principio,
parecen estar embotándose últimamente: No da ni una.

   Según JL Camacho, es frecuente en esta gente pasar
por ciclos en los que pierden las facultades y/o dejan
de estar contactados; e incluso pueden llegar a perder
el contacto para siempre. Creo que hace años Elba
era realmente espectacular -en sanaciones, por ejemplo-.
Me da la impresión de que nosotros la hemos conocido
ya un poco en declive. Aunque nunca se sabe…

    Por cierto, hace unas semanas tuve una curiosa
experiencia (aclaro que nunca me ha pasado NADA raro
en mi vida -todo lo más, algunos «dejà-vú»-, ni he visto
OVNIS, ni nada parecido…):

   Una noche, sobre las 5 de la madrugada (miré luego
el reloj) y mientras estaba dormido, tuve la escalofriante
y nítida sensación de que «alguien» estaba *entrando* en
mi mente… No pudo describírselo mejor con palabras,
pero fue una sensación clarísima. Recuerdo que fugazmente
me pasó el pensamiento: «Ostiás, era verdad: ¡esto ya no
es broma!; han venido…» (Porque Elba había anunciado que
«ellos» contactarían conmigo en algún momento; pero le
aseguro que no estaba ni mínimamente sugestionado porque
había dado crédito NULO a semejante predicción).
 
   Se me pusieron los cojones de corbata… -con perdón-.
«Dudé» qué hacer. Me decidí por cargarme de valor y
«dejarme llevar» (¿a dónde?) Pero entonces me desperté… con
el corazón acelerado y en un estado de completa estupefacción.
 
   Una vez tranquilizado (estaba solo), volví a la cama y
dormí sin mayores problemas.
 
   NO creo que fuera un sueño… Nunca en mi vida había
sentido nada *ni remotamente* parecido, dormido, despierto
o en duerme-vela.

   Javier, el marido (¿o compañero?) de Lu, me dijo en Argentona
que eso era un «mal regreso» de un viaje astral, y que «los que
querían llevarme»… era mi propio Yo.

    No sé, por lo que me han contado de Viajes Astrales, no
creo que que fuera tal cosa. Pero…

         Saludos,

                         J. Fraile