Entrevista a López Guerrero por Moises Garrido UMMO

Descripción

Entrevista a López Guerrero por Moises Garrido UMMO

 

Lopez Guerrero,Entrevista M.Garrido,2008,III

Lopez Guerrero,Entrevista M.Garrido,2008,I

Lopez Guerrero,Entrevista M.Garrido,2008,II

Al habla con el sacerdote Enrique López Guerrero
“NOS VISITAN CIVILIZACIONES TECNOLÓGICAS
Y ESPIRITUALES”
Texto y fotos: MOISÉS GARRIDO VÁZQUEZ
– Don Enrique, ¿cree usted que existen los extraterrestres?
– No sólo creo que existen, tengo conocimiento pleno que en España reside una colonia cuya
misión es totalmente bienhechora y pacífica, pero cuyo descubrimiento equivaldría a una
especie de ‘shock’ de tipo macrosocial y a serios y graves perjuicios.
– Estos extraterrestres, ¿de dónde proceden?
– De Ummo.
Estas sorprendentes declaraciones del sacerdote Enrique López Guerrero, párroco de Mairena del
Alcor (Sevilla), están extraídas de una extensa entrevista que tuvo la oportunidad de realizarle el
veterano periodista Benigno González para el diario ABC. La fecha de su publicación: 17 de
septiembre de 1968. En las tres páginas que ocupaba el reportaje, el sacerdote ofrecía datos sobre
los ummitas, presuntos seres procedentes de un planeta que orbita alrededor de la estrella Wolf
424, distante de la Tierra a 14,6 años-luz y que, parece ser, mantuvieron contacto vía epistolar con
varios ciudadanos españoles desde 1966, mientras vivían infiltrados en nuestra red social. Sus
palabras, qué duda cabe, provocaron una reacción inmediata y sin precedentes en toda España,
incluso en el extranjero. Hoy, cuatro décadas después, nos sentamos frente a frente con el
sacerdote sevillano para conocer a fondo su historia, sus particulares teorías ufológicas y para
saber, sobre todo, cómo vivió aquel revuelo mediático que produjo sus impactantes declaraciones.
“Yo no podía sospechar hasta dónde iba a llegar el asunto -rememora durante nuestra entrevista,
sentados en su acogedor despacho-. Yo no me imaginaba que durante un mes entero iba a recibir
una media de 70 cartas diarias de todos los rincones del mundo, que a los dos días de efectuar la
entrevista me iba a encontrar con dos arquitectos venidos de Nueva-York, expresamente para
verme a mí… Se formaban colas enormes de gente aquí, a las puertas de mi casa. Vinieron de
todos los periódicos. Yo no quería hacer más declaraciones, y por eso algunos periodistas me
amenazaron, como el director del diario Pueblo, Emilio Romero, que escribió un artículo
difamatorio sobre mí, en fin… Recibí cartas hasta de la India, una en esperanto, en todos los
idiomas. Se me quitaron las ganas de hacer más declaraciones. Yo no sé cómo salí vivo de
aquella experiencia”.
Enrique López Guerrero se ordenó sacerdote en 1955. Cursó estudios de Filosofía y Letras en la
Universidad Hispalense y se licenció en Psicología en la Universidad de Barcelona. Si asombrosas
fueron aquellas revelaciones al ABC, no menos lo fue el contenido de su voluminoso libro
Mirando a la lejanía del Universo (Plaza&Janés, 1978), donde en más de seiscientas páginas
condensaba los fundamentos esenciales de sus tesis teológicas y ufológicas. Una fascinante y
documentadísima obra, cuya primera edición de 10.000 ejemplares se agotó en tan solo tres
meses. Hoy está considerada una joya bibliográfica por todo amante de estas temáticas.
En la actualidad, a sus casi 78 años, don Enrique -es así como todos le llaman- quiere vivir
tranquilo, alejado de los medios de comunicación y entregado en cuerpo y alma a sus feligreses
(sigue cumpliendo, desde 1958, sus funciones de párroco). “Yo solo quiero dedicarme a mi
parroquia y evitar que esto vuelva a llenarse de curiosos”, nos confiesa. No desea alterar lo más
mínimo su agenda diaria y sus quehaceres cotidianos (los compromisos religiosos, la lectura, los
paseos relajantes al atardecer, sus sesiones de buen cine de ciencia-ficción…) Por eso, al principio,
no estaba muy de acuerdo en ser entrevistado cuando se lo propuse. Incluso no tuve seguridad de
si respondería a la carta que le envié a finales de mayo, proponiéndole un posible encuentro.
Llevaba muchísimos años sin conceder una entrevista. Sin embargo, y ante mi sorpresa, a los
pocos días me telefoneó para decirme que estaba encantado de poder reunirse conmigo. Tuvimos
ocasión de conocernos personalmente en 1989, durante las II Jornadas sobre OVNIs celebradas
en Vinarós (Castellón). Luego mantuvimos un breve intercambio epistolar, motivado por las
investigaciones que llevé a cabo sobre el célebre avistamiento OVNI ocurrido el 10 de agosto de
1989 en media Andalucía, ya que el propio sacerdote llegó a ser testigo directo. Desde entonces, ya
no habíamos vuelto a tener más contacto. Por eso, la idea de reunirse le atraía, máxime al
manifestarle que iría acompañado de un viejo colega suyo: el también ummólogo sevillano Ignacio
Darnaude Rojas-Marcos. Al encuentro se sumarían además nuestro compañero Javier Sierra
-cuya visita significó una gratísima sorpresa para el sacerdote- y los investigadores Fernando
García y Ángel Rivero. Aún así, en la reunión que mantuvimos el pasado 8 de junio -a la que
también asistió la periodista y escritora Cristina Martín, gran amiga y antigua alumna del
sacerdote- no pudimos entrevistarle como teníamos planeado, ya que don Enrique se centró en
explicarnos algunas cuestiones cristológicas relacionadas con los tiempos escatológicos que, según
él, estamos viviendo. Hoy, sus preocupaciones prioritarias no son tanto los OVNIs como los males
que aquejan al mundo moderno, como ya tendremos ocasión de ver a lo largo de la entrevista, que
por suerte pude efectuarle semanas después, a finales de junio, tras convencerle de que, ahora que
se cumplen 40 años de sus declaraciones al ABC y 30 de la publicación de su libro, merecía la pena
rendirle un pequeño homenaje, a modo de entrevista, por todo lo que su nombre ha significado en
el mundillo ufológico nacional. La verdad es que cuando se charla con don Enrique, enseguida se
percibe que es una persona afable, sumamente educada, que cultiva una gran cultura y que
mantiene una memoria envidiable. Conforme vamos conociéndole más a fondo, le descubrimos
muchas otras cualidades humanas, entre ellas, su generosidad, su compromiso con el prójimo, su
fidelidad hacia los amigos y su fino sentido del humor…
– ¿Qué despertó en usted primeramente, su vocación sacerdotal o su interés por
la temática extraterrestre?
– “Mi vocación sacerdotal, que la tuve poco antes de cumplir los veinte años. Lo último que yo
pensaba era en los extraterrestres. Quizás no conociera ni ese nombre. Era un tema que
entonces para mí ni existía. Si alguien me hubiera hablado de extraterrestres yo le hubiera
preguntado qué es eso.”
– Entonces, ¿cuándo y cómo se interesó por los OVNIs?
– “En concreto fue en el año 1965. Un señor muy importante habló en TVE de la existencia de
‘objetos volantes no identificados’. Yo ya había visto ese tipo de noticias antes en los
periódicos. Para mí eran de esas cosas que dicen los periódicos cuando no tienen nada que
decir. Me producía risa. Pero me llamó la atención ver a ese señor, tan serio, hablando de
OVNIs. Poco después de eso, visité la librería El Rosario de Oro en la calle Sagasta de
Sevilla, para traerme libros a Mairena, ya que todos los veranos yo organizaba una
exposición de libros para difundir la cultura. Y uno de los libros que veo por allí era Los
Misteriosos Platillos Volantes de Aimé Michel. Me resultó curioso que un escritor se ocupara
de esas tonterías. Cojo el libro, lo ojeo y entonces me doy cuenta que aquel hombre era un
investigador extraordinario, con un gran curriculum. Se trataba de un libro sobre el estudio
estadístico-matemático de la oleada francesa del año 54…”
– Sobre las ortotenias…
– “Exactamente, las célebres ortotenias. Aquello me dejó asombradísimo. Entre el programa
de TVE y el libro, que me lo leí entero, ya cambién de mentalidad. Luego tuve otra gran
suerte, al caer en mis manos quizás el mejor libro de OVNIs que se haya escrito, El Gran
Enigma de los Platillos Volantes de Antonio Ribera, y ya quedo totalmente convencido del
asunto. Entonces empecé a recoger la información que había por todos lados, en periódicos,
en revistas, todo lo que se publicara sobre el tema, para analizarlo. Todo eso comenzó, como
digo, en el año 65. Cuando yo conocí lo de Sesma fue en el año 66. Y cuando me convencí de
que el asunto UMMO era una cosa de mucho interés fue en el año 67.”
DE UMMO A MADRID
El sacerdote se refiere a Fernando Sesma Manzano, un peculiar y carismático personaje que
aseguraba recibir, desde 1962, llamadas telefónicas y cartas de supuestos seres extraterrestres;
primeramente de un tal Saliano, oriundo del planeta Auco, en torno a Alfa Centauri, y más tarde
de los ya mencionados seres de Ummo. “Sesma fue una persona muy especial, podemos decir
excéntrico, pero tenía una nobleza grande, era un hombre sencillo. Estaba muy orgulloso de que
hubiera un sacerdote a su lado, escuchándole”, afirma don Enrique. En torno a Sesma comenzó a
reunirse un pequeño grupo de receptores de cartas ummitas, que sería conocido en el ambiente
ufológico como el ‘Grupo de Madrid’. Tanto ellos como otros interesados por la temática
extraterrestre, frecuentaban periódicamente La Ballena Alegre, sótano del popular Café Lyon,
ubicado en la madrileña calle de Alcalá (lugar de encuentro desde 1955 de la Sociedad de Amigos
de los Visitantes del Espacio “BURU”). En tan sugerente ambiente, Sesma procedía a leer las
surrealistas misivas de los emisarios cósmicos ante el estupor, y a veces las risas, de los asistentes,
entre los que se encontraban nombres tan conocidos como Alfonso Paso o Buero Vallejo. Y en
algunas de aquellas insólitas reuniones, también estuvo presente el sacerdote.
– Decide usted, por tanto, desplazarse hasta la capital española para conocer el
‘Grupo de Madrid’, que le presenta Alicia Araujo, ¿no es así?
– “Sí, exactamente. Fui a Madrid porque me lo pidió Antonio Ribera. Él sabía que al ser un
investigador muy conocido, el grupo no le iba a recibir, mientras que a mí sí. Entonces,
efectivamente así fue.”
– Y asiste por fin a una de las tertulias de La Ballena Alegre…
– “No es que asistiera, sino que el grupo me estaba esperando después de dos días de mi
primera entrevista con Alicia Araujo. Ella me dijo que me quedara en Madrid mientras lo
consultaba con sus compañeros. Le había interesado mucho mis opiniones sobre el tema
extraterrestre, pero claro, tenía que consultar con el grupo la posibilidad de una reunión.
Entonces me llamó por teléfono al hotel donde yo me había hospedado para decirme que me
esperaban en el Café Lyon. Y, efectivamente, allí estaban todos aguardándome. Me
sorprendió ver aquella cantidad de personas, de profesiones tan dispares y de una categoría
tan grande. Había un ingeniero, un arquitecto, un comisario de policía…”
– ¿Y qué hizo nada más llegar a la reunión?
– “Expliqué mis cosas, lo que yo opinaba sobre la vida en el universo. A ellos le interesó
muchísimo, porque tenían un desconcierto muy grande sobre la cuestión. Claro, para
hacerme un criterio firme sobre el valor de aquellas comunicaciones que ellos recibían, yo les
pedí que me dieran copias de los informes. Y me dieron una parte muy importante. Fui muy
bien recibido. Todos me escucharon muy atentamente. Luego el resto de los informes me los
daría Antonio Ribera.”
Cuando el sacerdote regresa a Mairena del Alcor, con su maletín repleto de documentos ummitas
que versaban, principalmente, sobre asuntos científicos y técnicos, decide facilitárselos a personas
entendidas en la materia, sin decirles nada sobre la procedencia de los mismos. Como algunos de
los informes hablaban de cuestiones genéticas, se los pasó a dos médicos que se enteraron del
asunto y fueron a verle inmediatamente. “Me acuerdo que llegaron a mi despacho y comenzaron
a ojear los informes. Dijeron que contenían cosas muy interesantes. Se quedaron sorprendidos.
Durante tres días estuvieron estudiándolos, a razón de tres o cuatro horas diarias. Cuando
terminaron, tuvieron una entrevista conmigo. Me preguntaron de dónde había sacado yo esos
documentos, pero solo les dije que me los habían dado unos amigos. Les pregunté si su contenido
superaba los conocimientos científicos que entonces teníamos. Me respondieron
afirmativamente. Lo que yo no podía saber es que uno de ellos era pariente de Benigno
González, comandante de Infantería y gran periodista de ABC…”
“EL CURA DE LOS OVNIS”
A raiz de sus declaraciones en la prensa, el padre López Guerrero adquirió una inesperada
popularidad. Sus firmes convicciones acerca de la existencia de una colonia extraterrestre
infiltrada entre nosotros, máxime al provenir de un miembro del clero, generaron todo tipo de
críticas, tanto a favor como en contra. “En aquel momento, con toda la información que tenía, y
tras haberla sometido al peritaje de personas de indudables conocimientos sobre aquello, yo
estaba convencido podríamos decir a un 90%, prácticamente una certeza moral -reconoce sin
titubeos-. Ya ahora, después de pasar muchísimo tiempo, mi nivel de aprobación de la
autenticidad de los comunicantes, o sea, de la fuente extraterrestre, oscila entre el 50 y el 60%, y
en eso coincido con mi gran amigo Juanjo Benítez.”
– Tras hacer aquellas manifestaciones públicas, ¿recibió alguna advertencia del
Obispado de Sevilla?
– “En absoluto, nada.”
– Siempre se pensó que recibió alguna amonestación…
– “En absoluto. No era cosa para tener que recibir una amonestación, porque yo no decía nada
contra la fe.”
– Y cuando salieron esas declaraciones, ¿hubo algún compañero sacerdote que le
pareció interesante lo que usted contó?
– “Bueno, un compañero sacerdote, en El Correo de Andalucía, hizo unas declaraciones muy
desagradables. Y escribió lo que a él le pareció, por su cuenta y riesgo.”
– Pero aparte de eso, ¿no encontró en el ambiente eclesiástico interés por saber
más o pedirle a usted esos informes de los que hablaba?
– “Nada. Nadie me dijo nada. Interés ninguno. En el ambiente seglar sí, de todas partes venían
gente. Pero del clero nadie se interesó, ni por los informes ummitas ni por nada
extraterrestre.”
– Es curioso ¿verdad?
– “Sí, siempre me ha llamado la atención eso.”
Durante la interesantísima y extensa charla que mantuvimos con el sacerdote, recordó entre
muchas otras cosas el simpósium que organizó Rafael Farriols allá por el año 1971, en el Motel
Osuna, a las afueras de Madrid. “Nos reunimos 60 personas durante tres días enteros, desde por
la mañana hasta por la noche. Un locutor de Radio Barcelona leyó los informes, y las
grabaciones se emitieron allí, mientras se proyectaban diapositivas. En silencio, estudiábamos
su contenido. Por la noche, había una puesta en común y al final, el último día, el criterio fue
unánime: aquello era extraterrestre.”
– ¿Se discutieron todas las probabilidades antes de elegir esa?
– “Por supuesto. Se discutieron todas las probabilidades que existían de que no fueran
auténticos. Se hizo por el procedimiento de exclusión. Íbamos excluyendo las hipótesis que
no se sostenían. Entonces la única hipótesis que quedó después de excluir todas las demás
era la de la autenticidad. Pero piensa uno: ¿Y si había gente tan lista que ya supieran esto?
La duda viene…”
– ¿Pensaron en algún grupo de élite científica?…
– “Claro, fue una de las hipótesis que allí se barajó. Esa fue la última que se derrumbó. Y la
derrumbó un biólogo francés de la GEPA que habíamos invitado (el Dr. Jean Michel Dutuit).
Expuso que el tema solo era conocido por un pequeño grupo de Madrid y poco más, sin
deseos de revelar nada al respecto. Pero que sin embargo, sale a la luz porque un hábil
periodista me extrae a mí la información, a pesar de que prometí no decir nada. Eso no
podía estar previsto por ese grupo de científicos o premios Nobel que seguramente hubieran
hecho esos informes con ánimo de dar que pensar a la humanidad sobre el ambiente que
teníamos de catástrofe, porque entonces la cosa nuclear estaba en el candelero.
Posiblemente querían crear un ambiente de entendimiento y paz entre las naciones, pero
para influir más se hacían pasar por extraterrestres. El científico de la GEPA dijo entonces
que esos premios Nobel tenían una facultad precognitiva muy grande, al prever que yo
hablaría públicamente del asunto. Y nos preguntó: ¿creen ustedes que después de esto se
sostiene la hipótesis de los premios Nobel? ¿Cuál queda entonces?… ¡Vaya razonamiento
cartesiano del francés!”
– ¿Cuál fue la reacción del ‘Grupo de Madrid’ al leer sus declaraciones en la
prensa?
– “Fue bastante furibunda y con razón. Ribera también se enfadó mucho. Claro, yo había
utilizado lo que me habían dado en Madrid y lo que me había dado él. Yo lo único que hice
fue pedirles perdón y además decirles que ciertamente había hablado del asunto, pero jamás
había mencionado nada que pudiera poner sobre la pista de las personas que me habían
dado los informes. Eso es lo que a ellos verdaderamente les perjudicaba, más que el asunto
en sí.”
Incluso los ummitas se sintieron molestos con la actuación del párroco y le enviaron sus quejas,
aunque en un tono muy correcto, mediante carta matasellada en Madrid, de fecha 27-03-69: “No
desearíamos conturbarle exponiéndole los pequeños trastornos que sus palabras impresas nos
causaron a raíz de las noticias iniciales impresas en la edición de ABC difundida en Sevilla, ni
las perturbaciones que la difusión desorbitada de su testimonio puede aún provocar.
Perteneciendo usted a un grupo eclesial de gran prestigio en el país España, era de esperar la
enorme resonancia psicosocial de sus opiniones.”
Para don Enrique, hay dos etapas bien diferencias en cuanto a la recepción de informes ummitas.
“La primera etapa, que es para mí la auténtica, termina en el año 73, que fue el simpósium de
Barcelona. Hasta el año 73 es cuando los ummitas mandan los informes auténticos. Luego hay
un período ya de silencio completo hasta el año 79, fecha en la que empezaron a venir los
informes apócrifos, primero a Jiménez Marhuenda, locutor de radio en Alicante”. Los informes
falsos de la segunda etapa forman, en su opinión, un 10% del total recibido, que fueron más de
1.000 folios mecanografiados. “En la segunda etapa hay algunos informes que aparentan una
buena calidad científica, el formato es el mismo, los sellos y todas esas cosas, y eso enreda. Es
muy fácil que la entidad llamada Saliano copiase perfectamente el estilo de las auténticas, para
crear caos, de forma que todo el asunto UMMO quedara totalmente desprestigiado”, asegura el
sacerdote.
SALIANO = ¿SATANÁS?
Nuestro entrevistado sugiere que detrás de la máscara de Saliano realmente se esconde Satanás.
“Creo que fue en la Navidad del año 70 cuando envié una felicitación a Fernando Sesma.
Entonces me respondió enviándome un extrañísimo informe de esa entidad llamada Saliano, el
único que había recibido en lenguaje lógico. Nada más lo conocía él y Alicia Araujo, nadie más.
En su carta, me agradecía profundamente que me hubiera acordado de él y por eso me enviaba
fotocopia de dicho informe, porque sabía que iba a interesarme mucho.”
En dicho informe, Saliano cita la procedencia de las naves interplanetarias que han llegado a la
Tierra. En total, diez civilizaciones originarias de diferentes regiones del Cosmos. Una de ellas,
procedente de una estrella situada a 47 años-luz de nosotros, supuestamente nos visita desde hace
31.700 años a.C. Sin embargo, Saliano no da detalles respecto a algunas de esas civilizaciones
alienígenas: “Existen otras tres civilizaciones, incluyéndome a mí y a los míos, que por razones
justificadas no podemos mencionar”…
– Ese informe fue para usted crucial, porque empieza a descubrir la naturaleza
que se escondía detrás de la fuente Saliano ¿no es cierto?
– “Sí, fue crucial. Ese informe dio la puntilla, porque yo ya suponía de antes que Saliano es un
pseudónimo de Satanás. Eso fue el espaldarazo definitivo. Ese informe, cualquiera lo lee y no
ve el cripto-contenido que esconde dentro, de tipo matemático. Basándome en los datos del
Apocalipsis, hago un cálculo en donde llego a la conclusión de que las tres civilizaciones que
Saliano menciona cuyos medios de propulsión eran radicalmente distintos a una propulsión
de tipo tecnológico, y lo contrario de lo tecnológico es lo espiritual, emplean un medio de
propulsión basado en la psicoquinesia, instantáneo. Sin embargo, él hablaba que dos de esas
civilizaciones venían en naves, la otra por tanto, ya estaba aquí y no emplearon naves…
Recordé entonces que el Apocalipsis dice que Satanás, en su rebelión, arrastró a la tercera
parte de las estrellas del cielo, es decir, la tercera parte de los ángeles. Las otras dos
civilizaciones son angélicas. Mientras que Saliano y los suyos son, por tanto, los ángeles
caídos. Ese estudio matemático, que puede consultarse en mi libro, a nadie se le ocurre, ni a
mí tampoco, a no ser que hubiera recibido una inspiración especial.”
Su tesis, por tanto, es que Saliano y los suyos no vinieron por su propia voluntad, sino que alguien,
seguramente las otras dos civilizaciones angelicales, los arrojaron a la Tierra para siempre. Nos
cuenta además que esos seres angelicales proceden del centro de la galaxia, y que ahí mismo se
libró la batalla apocalíptica entre Miguel y sus ángeles contra Lucifer y sus huestes satánicas.
Aparte, algunas civilizaciones tecnológicas nos visitan desde el pasado más remoto, contribuyendo
a nuestro progreso cultural y ético. En la Biblia, aparecerían bajo el concepto general de ángeles…
Si Saliano está detrás de la segunda etapa de informes falsificados, como así lo cree el sacerdote,
¿tendría ello alguna relación con José Luis Jordán Peña, integrante del grupo de Sesma que en
1993 se atribuyó la autoría de todos los informes ummitas?… Don Enrique así lo sospecha, pero no
quiere nombrar a dicho individuo. Le incomoda hablar del asunto. Solo acierta a decirnos: “Ya con
eso la confusión fue completa. Ese señor, aunque haya participado en el fraude, es imposible que
fuera el autor de los informes, no solo por la calidad de los mismos, sino por la escasez de sus
conocimientos”.
– ¿Piensa que Jordán Peña ha actuado…?
– “Yo no he dicho ningún nombre. No quiero decir nombre de ninguna persona. Diga mejor:
ese señor que se atribuye los informes”…
– Bien, el señor que se atribuye la autoría de los informes, ¿podría haber actuado
conscientemente o influido quizás por esa entidad de nombre Saliano?
– “Es una pregunta muy dificil de contestar -me dice tras unos segundos de silencio-… Desde
luego es extrañísimo que se haya atrevido a una cosa tan disparatada como es atribuirse
esto. En cuanto a la causa de esa decisión, yo prefiero callar porque no tengo constancia de lo
que pueda ser, y de lo que yo no tengo constancia no puedo hablar.”
– Pero Saliano, siendo según usted el mismísimo Satanás, ¿podría influir en
quien quisiera?
– “Hombre, claro. Influir en quien quiera y confundir al personal, por supuesto.”
Todo este desconcierto, que ha hecho dividir a los ummólogos entre quienes aceptan una realidad
extraterrestre y quienes creen que todo el affaire UMMO no es más que un burdo montaje, estaría
propiciada, en opinión del padre López Guerrero, por ese entramado diabólico que denomina la
“conspiración del caos”, sobre la que luego tendremos ocasión de referirnos.
CRISTOCENTRISMO CÓSMICO
Como venimos ya observando, el sacerdote elabora una síntesis entre el fenómeno OVNI y ciertos
postulados teológicos, expuesta detalladamente en su obra Mirando a la Lejanía del Universo, en
la que hace un profundo estudio de sus singulares teorías cristológicas. Realmente, es una obra
teológica más que ufológica. El tema extraterrestre, concretamente el affaire UMMO, le sirve
sencillamente de complemento para fundamentar su idea central de que la encarnación de Cristo
fue a nivel particular, solo en nuestro planeta, pero sin embargo, la redención tuvo efecto
universal, para todo el Cosmos. “La redención de Cristo forzosamente tiene que ser universal, es
decir, para todos los seres racionales que hayan pecado o incluso para los que no han pecado,
como redención preventiva. Eso tiene que ser para todo el Universo. Ahora, la encarnación, por
su propia naturaleza tiene que ser singular, un acto concreto, porque tiene que encarnarse de
una madre concreta, en un planeta concreto, en un país concreto y en una época concreta de la
historia de ese planeta”, afirma con rotundidad.
En los informes ummitas, de hecho, se menciona a un tal UMMOWOA (Dios de Ummo), que
parece guardar un estrecho paralelismo con Jesucristo (la forma de divulgar su doctrina, su ayuda
a los más desfavorecidos, la persecución de que es objeto, su condena a muerte…) En su obra, don
Enrique expone en dos columnas los aspectos esenciales que identifican ambas figuras como la
misma y única persona, comparando datos de los Evangelios y de los documentos ummitas.
– Sin embargo, usted puntualiza que dicha identidad no implica necesariamente
una doble encarnación. ¿Nos puede aclarar este tema?
– “De UMMOWOA se desconoce su genealogía. Allí simplemente aparece. Nadie sabe quienes
fueron sus padres. Aparte de eso yo explico en mi libro que los conceptos de encarnación y
redención son completamente distintos. Encarnarse es meterse dentro de la historia
humana. Y Jesucristo prefirió hacerlo en la Palestina de hace dos mil años. Murió y a los tres
días resucitó. Pero eso no impide que pudiera presentarse, con la debida adaptación
morfológica, en otros planetas.”
– Entonces, de acuerdo a sus planteamientos, ¿cree que aquel UMMOWOA lo que
hizo más bien fue materializarse y al final de su vida desmaterializarse?
– “Exactamente. Mientras le practicaban una vivisección para ejecutarle, desapareció. No solo
el cuerpo, sino también el líquido encefalo-raquídeo, la sangre, todo lo que había en la mesa
de operaciones… Es lo que podíamos llamar una desmaterialización.”
Pero nuestro planeta tiene, según el padre López Guerrero, otro singular privilegio: en su centro
se ubicaría el infierno. “Lo planteo como una hipótesis audaz, pero muy probable. Entre otras
cosas, explicaría que Satanás ande aquí como por su casa. Al ser la Tierra el planeta más
privilegiado del Universo por darse en él la encarnación del Verbo, solamente en un planeta así
puede darse a la vez un rechazo absoluto, como es el infierno, que es la negación total de la
salvación. Eso yo lo llamo los privilegios negativos. Nuestro grado de libertad es tan grande, que
podemos rechazar la vida eterna con Dios y preferir una vida en el vacío”.
– Los ummitas, en cambio, parece que desconocen la existencia del infierno…
– “Lo cual concuerda con mi razonamiento. Si el infierno es un privilegio negativo nuestro,
es normal que ellos no tengan ni idea. Pero aunque ellos no tengan infierno, sí tienen una
purificación post-mortem, aunque carecen del grado de libertad nuestro.”
UNA MANO NEGRA…
La idea de escribir el libro le vino motivada por la constante insistencia de un matrimonio
sevillano muy amigo suyo. Finalmente aceptó el reto. “Fue para mí un esfuerzo ímprobo”,
reconoce. Consideró además que tras cuatro años de silencio de los presuntos ummitas, ya era
tiempo suficiente para hablar del asunto, sin quebrantar ninguna norma. De hecho, Antonio
Ribera ya había escrito un libro en 1974, en el que dedicaba un capítulo al affaire UMMO. “No me
hubiera atrevido a publicar nada sin un espacio suficientemente grande en que no hubiera
noticias de ellos”, me señala el sacerdote. Así pues, finaliza su libro en 1977. Plaza&Janés se
interesa y decide publicarlo. Sin embargo, su salida se demora, ante la extrañeza de su autor. “No
me lo publicaron hasta 1978. Fue muy extraño que tardaran cerca de un año en sacarlo a la luz.
Muchísima gente me llamaba por teléfono para saber cuándo saldría. Tuvieron que intervenir
personas de las más altas instancias del Estado para que lo publicaran. Incluso la Reina”.
– Pero ¿qué razones cree que hubo para esa demora por parte de la editorial?
– “Me enteré que lo habían boicoteado empleados de Plaza&Janés, partidarios del contactado
Eugenio Siragusa, que tantas mentiras propagó con sus supuestas revelaciones
extraterrestres. Claro, yo me cargo todo su movimiento contactista en mi libro y Siragusa no
quería que se publicara antes del suyo. Yo no me explicaba porqué un libro que me habían
solicitado con tanto interés, le estuvieran dando largas. Luego todo eso me lo explicó,
descaradamente, uno de los boicoteadores, que tenía un importante cargo en la editorial.”
El libro, nada más publicarse, obtiene un gran éxito. Se agota enseguida la primera edición. Llega
incluso a manos de Pablo VI, quien lo lee, según nos dice don Enrique. De hecho, el libro incluye
al principio una dedicatoria especial para el pontífice, que envía, a través del Nuncio Apostólico,
su bendición al autor. Por otro lado, el sacerdote se entera, por un distribuidor onubense, que se
estaban vendiendo más ejemplares en Hispanoamérica, sin él saberlo ni recibir la parte
económica correspondiente. Pudo meterse en pleito con la editorial, pero no quiso porque, según
nos asegura, sus intenciones con el libro eran otras bien distintas que la lucrativa. Otro dato más:
gracias a su libro no le nombraron obispo de Jerez. Su nombre aparecía reseñado en la terna,
ocupando el primer puesto. Al salir publicado su libro, fue suprimido su nombre. “No es por nada
en particular, sino por la polémica que levantaría el libro. Y doy gracias a Dios de que haya sido
así, porque entonces tendría que haber dejado mis investigaciones ufológicas”.
En su obra, habla también de la parapsicología, otra de sus especialidades. Incluso ha
protagonizado una serie de experiencias parapsicológicas sumamente interesantes a lo largo de su
vida, tanto de percepción extrasensorial como de psicocinesis, avaladas por testigos de toda
confianza, entre ellos el propio Benigno González. “Quien experimenta el asunto a fondo acaba
descubriendo que todos tenemos esas facultades, que muchas veces están dormidas”, subraya.
– ¿Cómo ve el panorama actual de la Parapsicología?
– “Lo veo mal, porque la han convertido en ocultismo, esoterismo, cartomancia… La
parapsicología como ciencia, al menos en España, ya no existe. En los años 70 hubo una
proliferación de facultades serias de verdad, con personas de una categoría intelectual
enorme. Recordemos la Universidad de Duke, Stanford, Friburgo, Utrech… El Centro
Latino-Americano de Parapsicología, del padre Oscar González Quevedo, en Sao Paulo. La
Universidad Lateranense del Vaticano con su cátedra de Parapsicología… Pero no ha habido
avances en la investigación ni apoyo económico y muchas facultades se han cerrado.”
– Por desgracia, la parapsicología ha sido invadida por muchos charlatanes,
estafadores y pseudovidentes que han desprestigiado su imagen ¿verdad?…
– “Totalmente de acuerdo. Es una pena”.
LA CONSPIRACIÓN DEL CAOS
Para nuestro entrevistado, la cabeza suprema de la “conspiración del caos” es Satanás. Asegura
que hemos llegado a un momento tremendamente crítico. Muchas de las manifestaciones
extraterrestres, espiritistas y sobrenaturales estarían propiciadas por el Maligno, que como dice
San Pablo, se disfrazaría de ángel de luz para llevar a cabo eficazmente su acción. Don Enrique
está plenamente convencido de ello. Y cree que la profunda crisis que está padeciendo en
occidente la cristiandad es producto de dicha actividad diabólica. “El cristianismo está muriendo
en Europa. Ahora la gente se burla de todo lo que suene a Cristo. Llegan cosas tan absurdas y
aberrantes como inventar el Código da Vinci y cosas por el estilo. Nos da pena ver esa burla y
ese ataque sistemático a todo lo sagrado”, nos dice con cierto tono de tristeza.
Sus palabras se convierten en serias advertencias. Piensa en el futuro de nuestra civilización y no
puede evitar ser pesimista ante la situación tan oscura que se vislumbra. “Según todas las
estadísticas caminamos a nuestro fin. Hay una conspiración sobre todo contra la vida. No en
vano, la muerte entró con Satanás en el mundo. La muerte no es de Dios. Y a la juventud se le
impulsa a la destrucción, con las drogas y tantos otros vicios”.
– ¿No ve usted ninguna posible solución?
– “Los ummitas hablan en uno de sus informes de un planeta que encontraron totalmente
destruído. Espero que eso no ocurra con la Tierra. Nosotros podemos evidentemente
destruir los planes del Maligno con la ayuda de Cristo. Mientras más personas estén
enteradas de la conspiración del caos, más evitable será. Estas palabras mías quizás puedan
servir para despertar conciencias dormidas y para que sepamos todo lo que nos jugamos. El
mundo corre un peligro muy serio debido a esa conspiración maligna del caos y la
destrucción. ¿Cuántas personas están dispuestas a dar la cara para que el mundo se salve?…
No me pondría yo en el pellejo de aquellas personas que sabiendo estas cosas, se encojan de
hombros y dejen correr los acontecimientos…”
Toca despedirnos del sacerdote hasta una próxima ocasión. El encuentro ha sido muy fructífero.
No hay duda de que es un conversador ameno y las horas pasan volando mientras charlamos
sobre tantísimas cuestiones de enorme trascendencia. Temas de muy diversa índole fueron
fluyendo como un manantial durante la entrevista. En el fondo, todo está interconectado.
Podemos estar de acuerdo o no con sus sensacionales afirmaciones, pero hay que reconocer que
sus reflexiones y teorías ciertamente dan que pensar. Enrique López Guerrero es, en definitiva, un
sabio. Y en los tiempos que corren de mediocridad intelectual, serlo es una virtud casi divina…
D. ENRIQUE LÓPEZ GUERRERO Y MOISÉS GARRIDO (Autor de la entrevista

Categoría: