Abducción en Lérida año 2005 por F. Contreras Gil

Descripción

Abducción en Lérida año 2005 por F. Contreras Gil

Por Francisco Recio

Hay ocasiones en que como bien se dice la realidad supera con creces la ficción. En ocasiones nos encontramos con testimonios imposibles, casos dignos de película pero con nombre y apellidos. No debemos caer en la tentación de negar un testimonio simplemente por lo “imposible” del caso. En ocasiones nuestra experiencia ha sido formada por numerosos casos, pero aun cuando uno presente un acentuado “imposible” lo cierto es que alguien ha sufrido los hechos.

La mayoría de los que hemos entrevistado a gran cantidad de testigos que dicen haberse encontrado con lo “imposible” sabemos por la propia actitud de la persona si esta miente o fabula, lo cierto es que en este caso no encontramos señales de fabulación alguna, y cada caso me hace reafirmarme más aun si cabe en que el misterio existe. Se han sucedido otros casos similares, lo principal, el testimonio de un joven que aterrado nos rememoraba un suceso “imposible” y “absurdo”.

Cuando hablamos de abducción, en seguida nos viene a la mente el tema extraterrestre y el suceso que a continuación expondré parece corroborarlo, aunque otros tantos investigadores del fenómeno lo asocian más al tema conspiranoico.

No sería justo que tan solo aparezca mi nombre en este escrito, aunque pase yo a narrarlo, ya que en realidad este caso fue investigado por Jamie Sánchez, Julius y un servidor, tomando testimonio al testigo e incluso visitando el lugar del suceso.

El caso le sucedió a Juan, vecino de una localidad cercana a Lleida.

El relato en realidad es corto, sin embargo rico en concordancias con otros casos de abducción, recordar que una abducción en realidad es sinónimo de secuestro, en muchos casos y según otros tantos investigadores, un secuestro llevado a cabo por seres extraterrestres.

El mismo Juan nos relataba el suceso

Año 2005, agosto, circulaba con su vehículo dirección a Lleida, cuando una extraña luz lo deslumbra, detiene el coche en el arcén, y espera a recuperar la visión, ya que aquella potente luz lo había deslumbrado, en ese momento algo le sucede, queda traspuesto.

Se despierta fuera de su vehículo, pero ante sus ojos no está su coche y el terreno no le es conocido, se incorpora notando un fuerte cansancio, está en un camino de tierra, rodeado de vegetación, busca su vehículo pero no está, se siente tremendamente aturdido, intenta recuperar la memoria, saber como ha llegado hasta allí, pero no recuerda absolutamente nada, se siente perdido, totalmente desorientado bajo un calor sofocante, mira adelante y hacia detrás, en ambos sentidos tan solo un camino, transitado por nadie, ante tal desconcierto decide caminar hasta encontrar un teléfono o a alguien a quien preguntar, a los pocos metros y hacia la izquierda puede observar unas casas derruidas, se trata del pueblo de Rocafort, un pueblo abandonado cercano a Lleida, no ve a nadie y sigue su camino hasta encontrarse con una persona que tenía tierras por allí cerca, le comenta el caso y el mismo le acerca hasta su casa.

Poco a poco va recordando cosas de forma entrecortadas, recuerda donde detuvo su coche deslumbrado por aquella extraña luz, y en efecto allí estaba, sin embargo el apareció a más de 40 Km., preguntándose como o quien le llevo hasta allí.

Pero no solo la distancia parecía un hecho imposible, lo cierto es que en su memoria habían más de cinco horas perdidas, recordaba el paro del coche y su despertar, pero entre un suceso y otro transcurrirían más de cinco horas que su mente no acertaba a recordar, no le faltaba nada, un secuestro sería un absurdo y más aun el como recorrió aquella distancia.

Ante lo absurdo y desconcertado, varios días pasaría pensando en aquel suceso, hasta que de forma mínima su mente recordaría fotogramas de lo sucedido en aquellas más de cinco horas perdidas, pero aquellos mínimos recuerdos aun le parecerían más absurdos y dignos de un sueño de ciencia ficción.

Por aquel entonces mí tristemente desaparecido amigo Jaime Sánchez, colaboraba en un programa radiofónico en Radio Segre, sobre la temática ufológica.

Tal vez la casualidad decidiría que Juan escuchase alguno de aquellos programas de radio, por lo que decidió entrar en contacto con Jaime para que valorase su caso, buscando una posible explicación.

La entrevista se haría interesante, de forma entrecortada recordaba unas extrañas siluetas alargadas con forma humanoide, de ojos saltones y oscuros que pronto identificaría con el clásico arquetipo de los “grises” o visitantes de dormitorio. Se recordaba a sí mismo postrado en una especie de camilla, con varios de estos “seres” mirándolo y con lo que identificaría como elementos parecidos a los de un cirujano, serían escenas cortas las recordadas, pero las cuales evidenciaban un caso de abducción.

¿Se trató de un rapto, unas pruebas y un posterior abandono?

Pues ciertamente eso parecía, Juan no podía comprender nada incluso llego a pensar en momentos de locura, sentimientos por otra parte del todo lógicos para quien se encuentra o vive lo absurdo.

En el transcurso de la entrevista comentó como se había percatado de una pequeña cicatriz en un costado del cuerpo, aunque el lo achacaba a alguna rozadura, no queriendo pensar ni admitir que tuviera algo que ver con su “imposible” experiencia con aquellos seres.

Cada vez nuestro convencimiento era mayor, un caso de abducción. Para intentar acceder a esos momentos perdidos en la mente de Juan, se le indicó la posibilidad de una regresión hipnótica e incluso la opción de si era su deseo y de forma totalmente anónima contar su experiencia en la radio para que sirviera a todos aquellos, que no siendo pocos han vivido o sufrido una experiencia similar.

De forma rápida accedería, su deseo saber más de lo sucedido y hallar una posible explicación.

No se hallo indicios ni de fabulación ni de mentira, un temor visible le abordaba cada vez que rememoraba lo sucedido. Incluso llego a contar como había perdido vitalidad tras el suceso.

Se comenzó la búsqueda de una persona versada en temas de regresión hipnótica y ya se tenía fecha para su intervención radiofónica, sin embargo Juan cambió radicalmente de postura, se negó a la regresión que él mismo había solicitado, a no intervenir en la radio y a no querer saber absolutamente nada más del caso ni a recibir a ningún ufólogo más.

Para nuestra desgracia esta situación se produce en muchas de estas experiencias traumáticas, en donde la “victima” se inunda de temor y al final tan solo quiere olvidar aunque sepa que de forma total nunca sucederá.

El caso entraba a formar parte del cuaderno de investigación, a formar parte de una estadística y a buscar similitudes y concordancias entre casos. No se debe forzar a nadie en contra de su voluntad, no se pudo llegar a esa regresión hipnótica que probablemente pudiera haber desvelado más de lo sucedido durante ese tiempo perdido, pero lo verdaderamente cierto es que Juan jamás admitió el engaño, una vivencia defendida hasta el último momento.

Su pareja días más tarde también lo corroboraría, diciéndonos que lo había vivido en realidad, que estaba pasando un trauma y que había decidido olvidarse de todo.

En realidad me he preguntado en diversas ocasiones el por que se dan tantos casos en lugares abandonados, en este caso en concreto ya habíamos recogido testimonios de extrañas luces sobre el pueblo, extraterrestres o no, lo cierto es que existen muchos casos de misteriosas luces que merodean por estos lugares abandonados donde una espesa soledad reina en la mayoría de las horas del día y de la noche, ermitas abandonadas, pantanos, lugares alejados y pueblos en abandono parecen ser elegidos por estas luces para sus manifestaciones y para que se den determinados casos, algunos achacables a la ufología y otros a la parasicología, el por que, aun sigue siendo un misterio, pero lo cierto es que son casos reales, como el que nos ocupa con nombre y apellidos.

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